domingo, diciembre 17, 2017

Un comentario sobre el libro "The Brain Defense", de Kevin Davis.



En este libro el periodista Kevin Davis realiza una investigación muy acuciosa que cuestiona varios de los presupuestos tradicionales sobre el libre albedrío y las responsabilidades legales que han imperado en los criterios que se usan en las cortes de justicia para determinar la culpabilidad y especialmente el justo castigo o pena (o eventualmente terapia o rehabilitación), que los acusados en que se encuentra daño orgánico cerebral, realmente merecen.

Todo ello en vista de un nuevo factor que asoma cada vez con más frecuencia en los juicios: el uso de datos neurocientíficos.

El comportamiento humano es el tema al cual he dedicado mi especial interés durante los últimos años, y por tanto rápidamente pude constatar la importancia de estar al tanto de los contenidos de este libro.

Con el avance de la tecnología disponible para estudiar el cerebro viviente, como son las imágenes funcionales de resonancia magnética (fMRI) y el barrido de positrones (PET scan), entre otros, nos encontramos al principio de una era en que se logrará, algún día, observar con todo detalle lo que está ocurriendo en un cerebro determinado, y si éste está sano (o "normal"), o patológico ("enfermo o anormal"), y si ésta distinción alcanza a constituir excusa legal total o parcial respecto de una determinada conducta.

Aún estamos bastante lejos de tener una capacidad de análisis cerebral funcional con gran detalle y precisión, y esto se ha demostrado así en las cortes de justicia, tal como Davis nos relata en su libro, donde numerosos expertos han destacado las limitaciones de la información disponible, por lo que no es posible aún explicar en base a ella el comportamiento específico de un acusado individual. Por el contrario, se ha llegado a instancias de abuso de esta tecnolología, pretendiendo usar argumentos neurocientíficos en el máximo número posible de casos, más allá de lo atingente que ello parezca.

No obstante lo anterior, la importancia del estudio cerebral no puede ser ignorada, pues se irá recurriendo a él cada vez más, y no sólo restringido al ambiente judicial.

Hasta ahora, el declarar a un acusado inimputable por razones de una alteración mental severa ha estado tradicionalmente restringido al ámbito siquiátrico, y sólo durante los últimos años se ha recurrido a la herramienta de presentar estudios orgánicos cerebrales para tratar de explicar una conducta criminal. Tal como ya he señalado, hasta ahora su incidencia en modificar resultados judiciales ha sido modesta, pero éste es sólo el principio.

En este libro, Kevin Davis realiza un análisis detallado del caso de Herbert Weinstein, un hombre ya mayor que en un arranque de furia durante una discusión, da muerte a su esposa. Ello sin haber tenido nunca antes una conducta violenta o agresiva con su familia, sino todo lo contrario. En estudios realizados a este imputado durante su juicio, se le descubre la existencia de un quiste enorme en el lóbulo frontal de su cerebro, lo cual podría haber tenido alguna participación en su capacidad de autocontrol, explicando hasta cierto punto su violenta reacción.

Aparte de este caso, el autor nos muestra todo un conjunto de evidencia creciente que está apareciendo referida a la Encefalopatía Traumática Crónica, una condición que afecta a quienes han sufrido repetidos golpes en el encéfalo, como es el caso de boxeadores y jugadores de fútbol americano. Esta condición ha sido analizada en vivo, y especialmente en estudios post mortem, pudiendo establecerse la existencia de un severo daño cerebral. Jugadores famosos que han incurrido en conductas violentas que los han hecho comparecer ante los tribunales, han mostrado importante daño cerebral que podría ser causal de un cambio drástico de su conducta.

Este libro de Kevin Davis es una contribución fundamental que nos permitirá tener presente este trascendente tema: la importancia de una disfunción cerebral orgánica como causa, o al menos como participante en provocar conductas violentas, y pone un signo de interrogación sobre el libre albedrío absoluto y la responsabilidad que puedan tener los imputados.

Mi interés en llegar a conocer a cabalidad los verdaderos determinantes de la conducta humana, respecto de lo cual he escrito ya varios capítulos y artículos, en español e inglés, y que pueden ser seguidos desde este blog, va por cierto más allá de lo que concierne al ámbito estrictamente judicial, pero sin duda el aporte de este autor con "The Brain Defense" es de suma relevancia, por todas sus implicancias, tanto presentes como futuras.

Felicitaciones a Kevin Davis por su trabajo!


Jorge Lizama León

Santiago, diciembre 2017







domingo, julio 09, 2017

Algunas Reflexiones Sobre la Conciencia. (Trabajo en progreso).

Iniciaré estas reflexiones con la palabra pienso, para afirmar que estas ideas constituyen elucubraciones teóricas mías, que no están probadas científicamente en absoluto, y que podrían estar erradas, aunque me tinca que no. También deseo afirmar que lo que pienso hoy no necesariamente lo pensaré mañana, al menos no exactamente igual.

Pienso que la conciencia es una capacidad de la mente humana, y que la mente humana consiste en una serie de procesos energéticos de naturaleza electroquímica, organizados con lo que parece ser un propósito definido, cual es la representación del mundo, con miras a que el individuo pueda interactuar con él de la forma más ventajosa posible. (La mente de otros animales funciona en base al mismo esquema, pero es mucho más simple y por tanto más limitada, a un grado que depende de qué tipo de especie consideremos. Ello nos obliga a  asumir que no podemos en este punto saber qué grado de conciencia podrían tener).

Esta capacidad de la mente humana consiste en un sistema cognitivo muy complejo y elaborado, organizado jerárquicamente.

Este sistema le permite al ser humano darse cuenta de que es capaz de pensar, al mismo tiempo que le permite pensar y darse cuenta de ambos procesos anteriores simultáneamente, con una recursividad que pareciera no tener límites.

Para que esta conciencia exista, requiere una base, real o de propia creación, de inserción témporo espacial del individuo. Los conceptos de pasado, presente y futuro, y de ocupar un lugar en el espacio, reconociendo la presencia del entorno, como distinto de uno, son imprescindibles para que se complete la idea de la propia existencia del individuo que tiene conciencia. (Aunque también nos es posible imaginar la posibilidad de que una conciencia podría ser inmaterial, lo cual es probablemente un auto engaño, tema al que me he referido en el capìtulo 14 de mi teoría sobre la conducta humana "La Naturaleza Etérea de la Mente".  www.conductahumana.cl ).

Todo ello lo hace asumir que él existe como individuo en la misma dimensión de existencia donde transcurre su pensamiento, al igual que el resto de los seres humanos, aunque puede que esto no sea estrictamente así . Muchas personas conciben hoy, por tanto, la posibilidad de que esta dimensión podría no ser la  única existente.

La conciencia propia le permite al ser humano creer "más allá de toda duda", que el resto de los humanos no sólo existen, sino que además tienen una similar capacidad de conciencia, aún cuando le sea imposible experimentar directa y personalmente, ninguna conciencia ajena.

También supone, con un razonable grado de seguridad, que sus pensamientos son privados, y no están al alcance de otras personas, al menos en condiciones "normales"...

El problema de los sueños.

Existe una situación muy particular en la vida del humano que plantea la posibilidad de un interesantísimo análisis respecto de los fenómenos de la conciencia. Se trata de los que ocurre cuando soñamos. Especialmente cuando experimentamos sueños muy vívidos, que recordamos con gran detalle al despertar, podemos reconocer algunas características muy particulares en nuestros sueños. Pareciera que se produce una situación en que nuestra mente se divide, literalmente. Somos protagonistas de una acción que se va revelendo ante nuestra conciencia (ante el yo inmaterial, el yo que conoce), acción en la cual habitualmente no podemos o nos cuesta intervenir. Somos más bien espectadores puros de algo que está sucediendo. El curso de esos acontecimientos nos es ajeno e incontrolable.  La acción va desenvolviéndose como una película ante un espectador, con giros sorpresivos de los cuales no tenemos ningún conocimiento previo, e incluso desenlaces totalmente inesperados.  Lo notable de todo esto es que somos espectadores de una historia que ocurre ante "nuestros ojos", cuyo curso futuro no podemos anticipar pero que está siendo creada también por nuestro propio cerebro-mente, pero separada de nuestra "conciencia en el sueño", de forma total, absolutamente independiente.

Este hecho está en total concordancia con el requerimiento de que para que exista conciencia y autoconciencia es imprescindible la existencia de "un observador" y de "lo observado".*

Con el avance en la investigación neurocientífica, sin duda en el futuro podrá irse conociendo las bases neuro funcionales que puedan explicar este tipo de fenómenos. No hemos llegado ahí aún, pero podemos especular que la existencia de una conciencia y autoconciencia "normales" en el humano despierto, requiere una integración de enorme complejidad en que intervienen redes neurales asociadas de modo jerárquico, todas adecuadamente integradas. Esos procesos, que ocurren simultáneamente, requieren la participación de una enorme cantidad de actividad neuro funcional inconciente, como base para que se produzca el milagro de la conciencia.

Cuando esta adecuada integración se pierde, como por ejemplo cuando soñamos, o estamos bajo el efecto potente del alcohol o de algunas drogas como el LSD, o en situaciones patológicas de origen orgánico, empezamos a descubrir una serie de fenómenos, causados por las distintas modalidades en que esa esa desintegración se puede producir.

*Quien quiera interiorizarse de mi interpretación inicial sobre Conciencia y Autoconciencia, puede leer el capítulo 7 de mi Teoría sobre Conducta Humana, en www.conductahumana.cl

Para una lectura de gran profundidad y detalle sobre el tema, los remito al excelente trabajo de Antonio Damasio "Self Comes to Mind" , que aunque tiene ya algunos años, está absolutamente vigente.


Continuará...

Jorge Lizama León.
Santiago, Julio 2017






domingo, mayo 28, 2017

Polémica por fallo judicial sobre uso de embriones crioconservados. Un problema ético mayor.

22/09/2011 - 21:03

    Clarin.com
    Entremujeres
    Hogar y Familia
    Embarazo
    Fertilización asistida.

Fallo polémico: una mujer podrá ser madre con embriones de su ex.

La justicia autorizó a una mujer a usar embriones congelados para volver a ser madre, a pesar de la negación de su ex marido y de la oposición del instituto que los conserva, ya que éste necesita la autorización de ambos padres. Actualmente, nuestro país no cuenta con una legislación específica sobre la reproducción asistida.

¿Se puede ser padre años después de haber "engendrado" un hijo y sin desearlo ni decidirlo? ¿Puede una mujer decidir ser mamá de un hijo de su ex marido cinco años después de terminada la relación y con un juicio de divorcio en trámite? Cuando una pareja se ha sometido a un tratamiento de fertilización y ha congelado embriones, ¿puede la mujer, aún después de una separación, decidir que le implanten un embrión y avanzar en el embarazo sin el consentimiento del padre biológico? Según la Justicia, sí.

Una mujer y su ex marido hicieron reflexionar sobre este y otros temas a las doctoras Marta del Rosario Mattera y Beatriz Alicia Verón, juezas de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil (CNCIV), sala J. Según informó el sitio jurídico elDial.com y chequeó Entremujeres, dicho Tribunal autorizó a una mujer a usar embriones congelados para volver a ser madre, a pesar de la negación de su ex pareja y de la oposición del instituto que los conserva, ya que éste necesita la autorización de ambos.


La decisión compartida (de ser padres)

Sergio y María (*) se casaron el 14 de noviembre de 2003 en una ciudad bonaerense. Dos años después de buscar un hijo y no lograrlo, fueron al Instituto de Ginecología y Fertilidad (IFER) donde, luego de varios estudios, intentaron un tratamiento de inseminación artificial, que no dio resultado.

Después de eso, realizaron un proceso de fertilización “in vitro”, que se basa en la fecundación extracorpórea de óvulos para su posterior implante en el vientre materno. El tercer intento resultó exitoso y su hijo nació el 17 de agosto de 2006.

Como es habitual en este tipo de tratamientos, fueron fecundados varios óvulos. Se lograron varios embriones, le transfirieron otros, y se congelaron otros cinco, que quedaron bajo custodia del IFER.

Al poco tiempo –en octubre de ese año-, la pareja se separó por “dificultades que tornan moralmente imposible la convivencia”, según lo declarado por el hombre. Actualmente, se encuentran realizando los trámites de divorcio.


La decisión unilateral (de ser madre)

Años después, María decidió iniciar otro tratamiento con los embriones que quedaban. Pero Sergio no quería tener más hijos. Mientras tanto, el IFER se negaba a transferirlos porque, según el contrato firmado, ambos tienen que estar de acuerdo para realizar el procedimiento. El doctor Edgardo Young, director del Instituto de Ginecología y Fertilidad, explicó a Entremujeres que “para descongelar los embriones y colocárselos a la madre ambos tienen que estar de acuerdo, ya que es una decisión de dos”.

Sin embargo, ella decidió acudir a la vía judicial. El fallo publicado por elDial.com revela que Sergio explicó que, aunque hayan conservado más embriones, esto no correspondía a una “voluntad de los padres de tener igual cantidad de hijos, sino la futura utilización para supuestos en que el implante no resulte favorable para un nacimiento, motivo por el cual se los mantiene crioconservados”.

El hombre propuso como solución alternativa que se diera en adopción a los embriones, algo que se le volvió “en contra”: el Tribunal señaló esta actitud como un “reconocimiento de sujeto de derecho de los hijos congelados ‘in vitro’, pues no hay adopción que no sea de personas”.

Luego de tres años, María logró que el Tribunal le conceda la autorización para realizar el tratamiento. El fallo fue dictaminado el 13 de septiembre y publicado el 22 de ese mes. “Esta señora luchó muchísimo para poder transferirse los embriones y consiguió una autorización judicial para hacerlo. Ahora nosotros estamos autorizados por la justicia”, indicó Young, desde el IFER.

Eduardo Quintana, especialista en Derecho de Familia de elDial.com e integrante de la Cátedra de Ley Natural y Persona Humana de la Universidad Católica Argentina (UCA), explicó a Entremujeres que el Tribunal valoró que los progenitores acordaran previamente que, “de darse un debate, la solución debía asumirla ‘la autoridad competente’, o sea, el Poder Judicial. La madre inició el trámite por vía cautelar y expeditiva, pero la Justicia decidió darle todo el derecho de defensa al padre y prohibió al centro de fertilización el implante hasta que recayera sentencia definitiva”.

Los argumentos del fallo refieren, además, que la paternidad biológica es aceptada desde el momento en que Sergio accedió a hacerse el tratamiento de fertilización asistida, “conociendo las implicancias y posibles consecuencias asumidas” y que su “voluntad procreacional explícita queda pues manifiesta en ocasión de suministrar su material genético conociendo que lo hacía con la finalidad específica de que fuera utilizado en el proceso de inseminación”.

Para Quintana, “el Tribunal superó el ‘interés’ de los progenitores y focalizó la decisión en los sujetos ‘primarios’ del proceso, o sea, los embriones, ya que lo que se está debatiendo es, también, su vida o muerte y no sólo la mejor conveniencia de los padres”.

Finalmente, María tiene vía libre par usar los embriones congelados. El Instituto, a pesar de su negativa inicial, está obligado a implantarlos. Y este hombre, que no tenía planes de tener hijos -y menos con su ex esposa-, será papá otra vez.


La polémica (de lo no legislado)

En Argentina no existe una legislación específica sobre la fecundación “in vitro” ni sobre el estado jurídico del embrión, su conservación o el destino de los mismos. Esto llevó al Tribunal a indicar en el fallo que, justamente, “la ausencia de legislación concreta y específica no puede constituir un obstáculo para alcanzar soluciones” y que, “a pesar de no ser tarea sencilla y de las aristas que la reproducción humana asistida presenta, el derecho no puede ignorar la realidad”.

El doctor Young, por su parte, comentó que desde el instituto han “bregado por una ley de fertilización asistida para que puedan darle una solución a múltiples embriones que no tienen destino. Ojalá el parlamento o la justicia nos den soluciones”. Tal como informó Clarín hace unos meses, en distintos laboratorios argentinos hay alrededor de 15 mil embriones congelados con destino incierto. Algunos serán transferidos al útero de las mujeres que se sometieron al tratamiento y otros no, con diferentes motivos.

Debido a la inexistencia de un marco jurídico, desde el IFER se rigen por el Código de Ética de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva, que indica que los embriones no se pueden desechar. “Consideramos al embrión vida humana”, aduce el doctor. En este sentido, existe un fallo de la Cámara Civil de la Capital Federal de 1999 que prohíbe que los embriones se destruyan o se usen para experimentos ya que, justamente, el embrión tiene status de persona.

En tanto, Quintana –quien aclaró estar en contra del congelamiento de embriones- comentó que “son de público conocimiento los debates sobre la entidad jurídica de los embriones, pero nadie hasta ahora ha negado ni que sean seres, ni que sean humanos y, por tanto, en cumplimiento del artículo 6 de la Declaración Universal de los Derecho Humanos de las Naciones Unidas -incorporada a nuestra Carta Magna en 1994- y demás argumentos jurisprudenciales, legales y doctrinarios, el Tribunal ha optado por la vida de los embriones ordenando su implante en la madre más que por los ‘intereses’ de ella misma”.

Consultado sobre los posibles cambios o modificaciones que pueda ocasionar este desenlace en el futuro, Young afirmó que los contratos seguirán siendo iguales porque “el embrión es de dos personas, no de una y se necesita el consentimiento de ambos miembros para quebrarlo. O, como en este caso, la intervención de la justicia”. Es el primer caso de este tipo que enfrenta y cree que puede ser interesante para crear jurisprudencia.

El año pasado, el científico vienés Carl Djerassi afirmaba a los 86 años que, en este siglo, la reproducción pasará por la fertilización asistida, tras la conservación de tejido ovárico, esperma y embriones, para usarlos cuando cada uno lo desee. Una vez más, esto hace reflexionar sobre la imperante necesidad de un marco jurídico que ordene estos temas.


(*) Para respetar la privacidad de los protagonistas, no se indican los nombres reales.

jueves, mayo 25, 2017

Podemos hoy anticipar el futuro de la humanidad? (segunda parte).

De las repercusiones producidas por el acceso al conocimiento cada vez más extendido, que he mencionado en el artículo anterior, hay algunas que ya están mostrando cambios profundos en la realidad socio política de los países. Fenómenos como el triunfo del Brexit, o la elección de Donald Trump en Estados Unidos de América, entre otros, que no fueron en absoluto anticipados por muchos expertos, muestra que se están produciendo cambios drásticos en la conducta de importante número de electores. El antiguo esquema en que los políticos tradicionales eran capaces de anticipar resultados, y hasta un punto bastante importante, incidir e incluso controlar, a través del manejo de la información, el comportamiento de los votantes, se ve cada vez más debilitado. Hay una capacidad creciente de los ciudadanos de acceder a mucha información (no toda veraz, hay que reconocerlo), pero que en parte sustancial es reflejo de denuncias fundadas, sobre el mal proceder de algunos políticos que han priorizado sus intereses personales por sobre los de sus representados. Ello provoca sentimientos de frustración y rabia en muchos ciudadanos, desafección por la política, y facilita la aparición de candidatos populistas que logran adhesión más en base al sentimiento contrario del votante respecto de los políticos tradicionales, que por méritos propios. No es claro a este punto si este nuevo acceso extendido a la información traerá más efectos positivos o generará más inestabilidad, pero ese es un escenario que en absoluto podemos descartar en lo inmediato. Si bien este análisis se refiere a un aspecto muy focalizado de la realidad socio política de los países tradicionalmente democráticos, los alcances de todo orden que los drásticos cambios que están sucediendo vertiginosamente en el mundo, traerán, más temprano que tarde, repercusiones de todo orden, que por ahora sólo estamos constatando como meros espectadores a medida que se están produciendo.

lunes, mayo 01, 2017

Podemos hoy anticipar el futuro de la humanidad? (primera parte)

Han pasado ya varios años desde que escribí los capítulos originales de Conducta Humana, disponibles también en www.conductahumana.cl
El avance de las comunicaciones por internet, potenciado por redes sociales de enorme penetración como Facebook y Twitter, han permitido reunir y asociar las mentes de personas que se interesan por temas comunes. Esto es especialmente cierto en el caso de Twitter, donde es posible acceder a hilos de conversación de personas de distintos niveles de experticia en los más variados temas. Se está produciendo, sin que seamos capaces de asimilarlo en toda su significación, una especialización del proceso de ¨configuración de una mente¨ en el planeta Tierra, tema al que me he referido en alguno de los 15 capítulos de Conducta Humana. Esta "mente" está basada en una especie de "red neural", constituída por todos los computadores, tabletas y celulares, entre otros aparatos, conectados a la internet, que funcionan por interacción humana. Las proyecciones de este fenómeno no tienen límites. Desde ya, ver la televisión, leer los diarios y oir la radio de un modo no selectivo, pierde terreno día a día, disminuyendo progresivamente el dominio absoluto que tenian estos medios para informar (o desinformar) y crear opinión. Las redes sociales y los contenidos disponibles en internet, han ido reemplazando, y lo seguirán haciendo cada vez más, las fuentes de información, y al mismo tiempo permitirán que se produzcan conductas de grupos organizados que antes, sin estos medios eran muy difíciles o imposibles de concretar. Las repercusiones de este fenómeno son enormes e inanticipables con exactitud, a nivel sociopolítico, en todas sus expresiones.
He mencionado este concepto de "mente" que se está generando en la superficie del planeta Tierra entre comillas, pues sin duda es aún una expresión muy primitiva y limitada, si lo comparamos con la mente de cualquier mamífero, especialmente el humano.(Tiene mucho contenido, pero aún no tiene "reflexión" por sí misma). Sin embargo, su futuro también va más allá de cualquier predicción que pudiéramos intentar hoy, y sólo como un ejemplo de las tendencias cientítifico-tecnológicas en curso, quiero citar, para quienes quieran interesarse en el tema, el proyecto Neuralink de Elon Musk, que pretende que algún día sea posible una interacción directa entre humano y máquina, sin interfase alguna.
De ser posible realizar avances significativos en este proyecto, el futuro del ser humano y su capacidad de inventiva, simplemente no tendrán ningún límite.

miércoles, marzo 01, 2017

Artículo Relacionado: El trastorno de Déficit Atencional no sería causado por la crianza ni la educación.

Publicado por La Vanguardia. (www.lavanguardia.com , Josep Corbella, 16-02-2017)

El cerebro de las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es diferente al del resto de la población, según concluye el estudio más amplio que se ha realizado sobre la cuestión.

En esta investigación, en la que han colaborado médicos y neurocientíficos de once países, se han analizado con resonancia magnética los cerebros de 1.713 personas diagnosticadas de TDAH y se han comparado con los de otras 1.529 personas sin el trastorno.

Según los resultados presentados ayer on line en la revista The Lancet Psychiatry, se han detectado diferencias significativas en cinco estructuras distintas del cerebro. Asimismo, se ha observado que el tamaño del cerebro es menor en las personas con TDAH que en la media de la población. Los autores del trabajo proponen, a partir de estas observaciones, que el TDAH está relacionado con una maduración tardía del cerebro.

Mensaje a los padres

El trastorno no es una etiqueta para niños difíciles y no se debe a una mala educación.

“El TDAH es un trastorno del cerebro”, escriben los investigadores. “Transmitir este mensaje a los padres y a los pacientes puede ayudar a reducir el estigma del TDAH y a mejorar la comprensión del trastorno”. Los nuevos resultados, recalcan, demuestran que el TDAH “no es sólo una etiqueta para niños difíciles y que no está causado por una mala educación de los hijos”.

Se estima que el TDAH afecta a un 5,3% de niños y adolescentes –aproximadamente uno de cada veinte–, lo que lo convierte en uno de los trastornos neuropsiquiátricos más comunes. Aunque el problema suele remitir con el crecimiento a medida que el cerebro madura, dos tercios de las personas diagnosticadas de TDAH siguen presentando síntomas de adultos.

Las cinco áreas del cerebro en las que se han detectado alteraciones en las personas con TDAH son estructuras neurológicas profundas que tienen múltiples funciones. Esto explica que el TDAH sea “un trastorno tan complejo que afecta a distintos aspectos del comportamiento”, declara Òscar Vilarroya, investigador de la Fundació IMIM y de la Universitat Autònoma y coautor del trabajo.

Estudios anteriores basados en muestras más pequeñas de pacientes ya habían detectado diferencias anatómicas en tres estructuras cerebrales de personas con TDAH: el núcleo accumbens, el núcleo caudado y el putamen.

Dado que el núcleo accumbens tiene un papel central en el procesamiento de la sensación de recompensa, el hecho de que esté alterado se ha relacionado con los problemas de falta de motivación que afectan a menores con TDAH.

El nuevo estudio confirma estas observaciones y las amplía a otras dos estructuras que hasta ahora no se habían relacionado con el trastorno: la amígdala y el hipocampo. Las alteraciones registradas en la amígdala “son importantes porque esta región vincula el TDAH con problemas de regulación emocional”, destacan los investigadores en The Lancet Psychiatry.

Situada aproximadamente en el centro del cerebro, la amígdala es una estructura primitiva, que compartimos con aves y reptiles y que tiene un papel esencial en las emociones y sus consecuencias en la conducta –entre ellas, la agresividad y la impulsividad–.

Los investigadores han analizado el cerebro de 3.242 personas con resonancia magnética
Los problemas de regulación emocional “están presentes con frecuencia en pacientes con TDAH, pero todavía no se han incluido en los criterios oficiales” de diagnóstico del trastorno, apuntan los investigadores. “Nuestro trabajo aporta apoyo neurobiológico (…) para reconocer la importancia de los problemas de regulación emocional en pacientes con TDAH”.

La magnitud de las alteraciones registradas en el cerebro de pacientes con TDAH “es comparable a la que se ha registrado en otros estudios en enfermedades psiquiátricas como la depresión, la esquizofrenia o el trastorno bipolar”, observa Òscar Vilarroya. “Queda demostrado de manera definitiva que el cerebro de las personas con TDAH no es igual” que el de personas sin el trastorno.

El motivo por el cual se producen las alteraciones neurológicas del TDAH, sin embargo, se desconoce. Los autores de la investigación las atribuyen a un retraso en la maduración del cerebro, pero por ahora no saben por qué se produce este retraso.

Aunque las alteraciones detectadas con resonancia magnética son significativas, por ahora aún no es posible diagnosticar el TDAH con esta técnica de imagen. “A partir de estos resultados, tal vez se pueda desarrollar en el futuro una técnica de diagnóstico”, señala Vilarroya. Pero las diferencias entre los cerebros con y sin TDAH se han detectado en el marco de un proyecto de investigación que no tenía por objetivo diagnosticar el trastorno.

El artículo publicado ahora representa los primeros resultados del Grupo de Trabajo Enigma TDAH, un consorcio internacional fundado en el 2013 para compartir datos de pacientes y comprender mejor el trastorno. La investigación ha sido coordinada desde la Universidad Radboud de Nimega (Holanda). Por parte española han participado 198 voluntarios –aproximadamente la mitad pacientes y la otra mitad controles–, y equipos científicos de la Fundación IMIM del hospital del Mar, del hospital Vall d’Hebron y de la UAB.