jueves, mayo 21, 2009

Artículo Relacionado: Análisis sobre el Fenómeno de la Corrupción.

Miércoles 20 de Mayo de 2009 Pesos más, pesos menos… y la corrupción
Clara Szczaranski.
Son asuntos diferentes, pese a que muchos lo ignoren o nieguen. Hace unos días, un ilustre personero se indignó cuando se habló de corrupción, siendo que sólo se trataba —dijo— de “dos pesos por aquí, cuatro pesos por allá”. ¡Lamentable falta de perspectiva ante un fenómeno criminógeno, corrosivo del Estado y de la democracia! Pues “el país de facto” (corrupto) puede llegar a gobernar al “país legal” (aparente), como sucedió en Italia.
La corrupción existe y es grave como fenómeno criminal y criminógeno, con independencia del monto en juego. Es un fenómeno cultural que lleva a saltarse normas para apropiarse de las cosas públicas u obtener ventajas indebidas frente a terceros competidores. Un monto alto sólo determina un daño material mayor al patrimonio público o del privado aventajado por la coima.
Tras la errónea valoración de la corrupción anida en la lógica de algunos políticos y autoridades algo más peligroso: la convicción sincera de la legitimidad del proceder corrupto, sobre todo en quienes piensan que, así como la derecha financia sus partidos, las instituciones popularmente elegidas deben financiar a los suyos con lo público.
España, en cuya historia en gran medida está anunciado nuestro devenir, fue azotada por graves casos de corrupción sistémica (Casa de Moneda, Banco de España, financiamiento ilegal del partido de gobierno, obtenido mediante un cuidadoso diseño de ingeniería mercantil apoyado en una red de sociedades de papel o palos blancos). Pero la España de la década pasada —como nosotros hasta ahora— negaba la corrupción sistemática, la que de todos modos emergió por sobre la voluntad que la quiso ignorar, como precisa Perfecto Ibáñez, con “ceguera, necia o perversa”, evitando dar oportuna respuesta al fenómeno corrupto, o no siendo capaz de hacerlo.
Ibáñez relaciona lo anterior con “la actividad empresarial (que) se desarrolla en el ámbito de la política”, con el “cínico comportamiento de los políticos relevantes” y con el “argumento de los gobiernos de izquierda en orden a enfrentar las denuncias señalando que acogerlas es hacerle el juego a la derecha”. Y agrega que muchos tienen la convicción de que “votaciones extraordinarias otorgan poderes extraordinarios”.
En estricto rigor, la verdad es que la corrupción y el financiamiento indebido de las actividades políticas no son un problema ni de la izquierda ni de los partidos de gobierno. Es una realidad cultural, un modo de vida en el que se crean especiales mercados, como el electoral o el del tráfico de influencias. Éstos se expresan en el poder de lobby e informaciones privilegiadas, que no pueden dejar de existir (sumados) cuando funcionarios públicos de alto rango pasan a los directorios o representaciones de poderosas empresas, públicas y privadas, que generalmente intervienen en trascendentes contratos públicos de obras o concesiones de servicios. En estos casos, la autoridad no necesariamente se lleva dinero para su peculio personal, sino que suele derivar fondos mediante discutibles figuras jurídicas para pagar su diezmo a la colectividad que la sostiene, o para ganar prestigio de masas, logrando o acelerando obras públicas o negocios con el pragmatismo más extremo, a riesgo de incumplirlos o realizarlos deficientemente, pero logrando glorias coyunturales.
Tales procederes, en un país democrático, son altamente peligrosos por su incidencia sistémica y trascendente en el bien común: al desvío de recursos públicos (que empobrece los servicios que debe brindar el Estado) se asocian el destino del mercado electoral y el futuro de la conducción de los asuntos públicos desde que, al interior del mercado de la corrupción, se generan grupos de presión, socioeconómica o políticamente poderosos, que cooperan entre sí, a fin de tornar más rentable, más estable y más oculta su actuación.
En ese escenario blindado de intereses correlacionados, quienes aisladamente hemos intentado perseguir la corrupción hemos encontrado rostros fruncidos y enojados, y casi todas las puertas cerradas. No ha sido raro escuchar expresiones ofendidas de los que sin “mala conciencia” se precipitan a veces sin saberlo en la corrupción, empujados por un “pragmatismo sin principios”, como Deng Xiaoping, seguido por Felipe González y varios otros gobernantes afines, declarando: “¿Qué importa que el gato sea blanco o negro, siempre que cace ratones?”, para justificar el uso de dineros sucios o lavados. No son raras las veces en que la negación de la corrupción es sólo un modo de defender la propia gestión o la propia incapacidad de enderezar lo tortuoso.

sábado, mayo 16, 2009

Capítulo 8, Sexualidad Humana, Primera Parte.

Toda la vida del humano está impregnada de sexualidad. Por momentos esta impregnación puede expresarse sólo en pequeños detalles y sutiles conductas, y en otros manifestarse de modo avasallador y/o extremadamente violento. La sexualidad está siempre presente en el subconciente de las personas, y muchas veces en el conciente, en la medida que aparezcan los estímulos apropiados para el sujeto en cuestión. (De lo que deducimos que dado que las personas son todas distintas, los estímulos que son muy poderosos para unos, no lo son mucho o casi nada para otros, cuando no provocan directamente rechazo, de mayor o menor magnitud, en los demás, en un abanico completo que es concordante con nuestra poderosa Teoría del Doble Cerebro, y la infinita variabilidad que a través de ella hemos definido para el ser humano en los capítulos anteriores).

Es capaz de influir poderosamente en el comportamiento humano, y muy especialmente en aquellas personas que tienen (o sufren) un acelerado ritmo sexual, a quienes en un próximo capítulo caracterizaremos como hiper-sexuales, y menos en los promedio-sexuales y los hipo-sexuales. (Nos abstendremos en lo posible de utilizar conceptos como "anormales-normales" o "anormalidad-normalidad", ya que, según veremos próximamente, son conceptos meramente facilitadores que llevan al engaño y por tanto conducen a análisis incorrectos).

Las expresiones de la sexualidad son múltiples, aparecen en toda actividad y ámbito del sentir y del quehacer humano. Desde luego en la forma de vestirse, de adornarse, en la atención con que se cuida una determinada imagen, en la forma de comunicarse, en las actitudes, en el lenguaje, en la expresión de opiniones sobre cualquier tema, en el reforzamiento u ocultamiento de los caracteres sexuales biológicos, tanto primarios como secundarios, etc, etc.


La sexualidad, proveniente directamente de nuestro cerebro primario, es uno de los motores más poderosos que influyen en nuestra conducta, y está ligada a nuestras emociones en forma absoluta, a un punto que puede alcanzar tal intensidad que resulta difícil describirlo con palabras.
Tanto así, que aquellas situaciones en las que las necesidades sexuales se ven satisfechas en gran medida, brindan al sujeto grandes dosis de felicidad y/o profundo bienestar. Por el contrario, cuando esas necesidades no son satisfechas, nunca, casi nunca o muy poco, son capaces de provocar sentimientos de enorme frustración, desdicha, infelicidad, severas depresiones, violencias, sufrimientos propios y ajenos, etc, etc.


No nos debe extrañar que el impulso sexual sea tan poderoso, tanto en animales como en humanos, pues constituye el mecanismo natural que pretende asegurar la supervivencia y desarrollo de cada especie.


Tan poderoso es este "motor primario", que puede llevar a una persona a perder toda racionalidad en su conducta, pudiendo darse casos extremos (aunque frecuentes), en que el cerebro primario llega a ser capaz de "secuestrar" al cerebro secundario, para ponerlo al servicio de sus propias necesidades, y generar en el individuo conductas absolutamente incomprensibles para quienes lo rodean. (Sobran ejemplos de esto. Algunos, muy llamativos, están presentes en este blog como Artículos Relacionados).

La actividad sexual está en el humano muchas veces (aunque por cierto no siempre) directa y profundamente asociada al concepto del amor, el compromiso y la pertenencia mutua, desde un punto de vista idealizado en que se concibe esa armonía como la expresión más elevada de la felicidad de la pareja.
Sin duda, a la luz de las consideraciones anteriores, debemos hallar al menos algún asidero a quienes majaderamente insisten en que el amor de pareja y especialmente el "enamoramiento" conllevan una alta dosis de irracionalidad.

Dado que el Amor (y la tendencia a la Idealización) serán con toda seguridad objetos centrales en futuros capítulos, permítasenos, por ahora, dejar tranquilo a este tan permanente, tan manido, y tan vapuleado tema.

La sexualidad está, junto con lo anterior, muy asociada a los conceptos de "moral y buenas costumbres", y provoca en los grupos humanos y en la sociedad en general intensos debates respecto de la corrección o incorrección de los distintos modos en que se expresa y materializa.
Se le liga directamente también a la culpa, como herramienta para "enrielar" a las personas en cuanto a su conducta sexual "por el buen camino", apartándolas del "malo".


Toda transgresión a estas normas, expuesta en público, puede ser motivo de profunda verguenza, e incluso de la condena social oficial (judicial), hecho que provoca que muchas conductas sexuales sean intensamente "protegidas" del conocimiento de terceras personas. (En este punto resulta oportuno revisar el capítulo previo titulado La Culpa, donde se hace mención de los macanismos de protección existentes en los grupos humanos primitivos, sobre jerarquización, responsabilidades y derechos de los integrantes, incluídos los de apareamiento).

La concepción que sobre la sexualidad "apropiada, correcta, normal, moral, debida, sana" han tenido las distintas sociedades humanas a través de la historia ha sido extraordinariamente cambiante. Lo que en determinada época y lugar era enfermedad, aberración, anormalidad, pecado, perversión, parafilia, alteración psiquiátrica, etc., ha ido progresivamente tomando el carácter de "variedad, alternatividad, preferencia, opción de minorías", etc, etc, especialmente en los países occidentales más liberales, durante los últimos decenios. Sin embargo, en muchos lugares de la tierra, aún hoy, se mantienen e imponen criterios extremadamente conservadores, sobre todo en algunas sociedades muy religiosas.


Las consideraciones precedentes tienen por objeto caracterizar de modo general y breve la vivencia y la expresión de la sexualidad humana, con el fin de situarnos en un contexto apropiado para poder entrar a hurgar más profundamente en el análisis de su origen y materialización concreta, y por tanto, los temas más candentes relacionados con ello, incluídas las tendencias y preferencias sexuales. Espero poder avanzar con diligencia en estos delicados temas con miras a poder incluirlos, relativamente luego, en un próximo capítulo.

Stay tuned!

Santiago, Mayo 2009


jueves, mayo 14, 2009

Artículo Relacionado: Homosexualidad es ilegal en 80 países.

Informe reveló que la homosexualidad es ilegal en 80 países
En Irán, Mauritania, Arabia Saudita, Sudán y Yemen es penada con la muerte.
Sin embargo, está despenalizada en 155 países, siendo pioneros Francia y Bélgica.
EFE La homosexualidad es ilegal en 80 países y castigada con la pena de muerte en Irán, Mauritania, Arabia Saudí, Sudán y Yemen y en algunos lugares de Nigeria y Somalia, según un informe divulgado este jueves por la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas.
Panamá dejó de considerar ilegal la homosexualidad en 2008 y Costa Rica modificó su código penal en 2002 para eliminar la tipificación como delito la "sodomía escandalosa", pero Burundi (Africa Oriental) pasó a hacerlo por primera vez en su historia este año, indica la organización en el estudio.
Este informe, el tercero que elabora la entidad sobre la homofobia en el mundo, revisa la legislación que criminaliza actos sexuales consentidos y privados entre personas del mismo sexo mayores de edad.
La secretaria general del organismo, la sicóloga mexicana Gloria Careaga, explica que la consagración de la homofobia en la legislación deja a los homosexuales "sin ninguna posibilidad de escape y sin medios para pedir ayuda".
Por su parte, el también secretario general de la organización, Renato Sabbadini, considera que la homofobia parte de la idea de que hombres y mujeres no deberían ser iguales sino desempeñar roles sociales incompatibles entre ellos.
Se permite la adopción por homosexuales en sólo 10 países.

La asociación afirma que con este informe quiere señalar a los países que siguen tratando a los homosexuales como personas de segundo rango, lo cuales deberían avergonzarse por denegar "la dignidad, el respeto y el disfrute de todos los derechos en pie de igualdad" a una parte significativa de su ciudadanía.
La homosexualidad es legal en 115 países de todo el mundo. España reformó su legislación a este respecto en 1979, por detrás de Francia (1791), Bélgica y Luxemburgo (1795), Holanda (1811) e Italia (1890).
Los últimos países europeos que despenalizaron la homosexualidad fueron Portugal (1983), Estonia y Letonia (1992), Lituania e Irlanda (1993), Rumania (1996) y Chipre (1998).
En la República Turca del Norte de Chipre, reconocida sólo por Turquía, sigue siendo ilegal.
Ocho países consienten el matrimonio entre homosexuales Sudáfrica, Bélgica, Dinamarca, Holanda, Noruega, España, Suecia y Canadá, así como los estados de Connecticut, Iowa, Maine, Massachusetts y Vermont (EE.UU.).
Permiten la adopción conjunta de menores por parejas del mismo sexo Sudáfrica, Israel, Andorra, Bélgica, Dinamarca, Islandia, Holanda, Noruega, España, Suecia y Reino Unido, así como la mayor parte de las provincias canadienses, la ciudad brasileña de São Paulo y algunas partes de EE.UU. y Australia.
La liga indica que la adopción por parte del segundo progenitor en las parejas del mismo sexo también es legal en Dinamarca, Alemania, Australia y Alberta (Canadá).
Colombia, Venezuela, Costa Rica, México, Nicaragua y la ciudad argentina de Rosario y algunas partes de Brasil prohíben la discriminación laboral basada en la orientación sexual, al igual que la mayoría de los países europeos, Canadá, EE.UU. y otros estados de Asia, Africa y Oceanía (hasta un total de 48 países).
Un total de 16 países tienen una edad de consentimiento de las relaciones sexuales diferente para heterosexuales y homosexuales, entre ellos, Chile, Paraguay y Surinam.
El estudio, realizado por Daniel Ottosson, de la Escuela Universitaria de Södertörn (Estocolmo), recuerda además que los actos sexuales entre personas del mismo sexo nunca han sido tipificados como delito en doce países africanos.
El estatus legal de los actos homosexuales no ha sido aclarado en Yibuti e Irak, según el informe, mientras que Lesoto, Suazilandia, Belice, Trinidad y Tobago prohíben la entrada a personas homosexuales.

Artículo Relacionado: Artista Confirma Bisexualidad.

Megan Fox admitió que "no tiene dudas" de ser bisexual
La actriz de 22 años confirmó las rumores en entrevista con Esquire.
EFE
La actriz Megan Fox, protagonista de la saga "Transformers", se declaró bisexual en una entrevista concedida a la revista Esquire, si bien aseguró que nunca mantendría una relación con una mujer que hubiese estado con hombres.
"No tengo dudas en mi cabeza sobre que soy bisexual", explicó Fox en un reportaje que saldrá en el número de junio de esa publicación.
La actriz confirmó así su opción sexual, algo que ya trascendió por primera vez a raíz de una relación que mantuvo con otra chica cuando era una adolescente.
La intérprete de 22 años, que siempre rechazó ser lesbiana y que actualmente es pareja de Brian Austin Green (de la teleserie "Beverly Hills, 90210"), manifestó sin embargo que nunca tendría una cita con una chica bisexual "porque eso significa que ha dormido con hombres, y los hombres son sucios".
Esquire ya había entregado detalles de la entrevista, en donde Fox señala que no quiere ser "una Scarlett Johansson", porque "no quiero tener que ir a programas y utilizar todas las palabras cultas que aprendo para que me tomen en serio".
Asimismo, la actriz señaló a la revista Elle que no le interesaban los jóvenes de su edad, como Robert Pattinson y Zac Efron, a los que consideró "una pérdida de tiempo" debido a que "no tienen nada que ofrecer en una conversación, son inmaduros", al tiempo que evidenció su predilección por los hombres en la treintena.