lunes, diciembre 07, 2009

Artículo Relacionado: Obsesión por las compras.

Estudio explica gusto de las mujeres por salir de compras

Científico de la Universidad de Michigan dice que la respuesta está en las habilidades y conductas más primitivas.
por Javiera Etcheverry - 07/12/2009 - 07:40

Mientras ellas pueden pasar días enteros en un mall encontrando siempre algo nuevo, ellos, en su mayoría, no soportan perder mucho tiempo comprando y optan por lo más conveniente. Para el docente investigador en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan Daniel Kruger, esta discrepancia es natural.

Desde una perspectiva evolucionista, todo se remonta a las habilidades y destrezas que antiguamente tenían las mujeres para la recolección de plantas alimenticias, muy distintas a las que los hombres usaban para cazar.

Para el siquiatra de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile Enrique Jadresic, "tempranamente en la evolución del ser humano se produjo, por selección natural, una diferenciación de roles en relación con la obtención de la comida. Las diferentes conductas actuales entre hombres y mujeres al momento de comprar se explican bien desde esta perspectiva".

En la misma línea, el sicoterapeuta Marco Antonio Campos afirma que "gran parte del comportamiento diferente de hombres y mujeres tiene que ver con las conductas evolutivas, con las tareas que les ha tocado realizar a cada uno de los géneros".

A Kruger la inquietud le surgió después de un invierno en Europa. Luego de explorar pequeños pueblos cerca de Praga, las mujeres sólo querían salir a comprar, algo que los hombres no podían entender. Para Kruger la respuesta era clara: la actitud recolectora del sexo femenino.

Para la recolección, ellas vuelven a los mismos lugares que proveyeron antes una cosecha exitosa. Mientras realizan la recolección, deben atender al color, textura y aroma para asegurar la buena calidad de la comida. Además, deben saber cuándo un área agotada se regenerará y volverá a rendir una nueva cosecha.

En la modernidad, las mujeres saben perfectamente cuándo un tipo de artículo saldrá a la venta y pasan mucho tiempo eligiendo la tela, el color, la textura y la talla perfecta.

Los hombres, en cambio, tienen en mente un artículo específico y van a la tienda, lo consiguen y se van. Esto es porque para los cazadores es muy importante traer la carne a la casa tan pronto como sea posible. El vitrineo está fuera de sus intereses y necesidades.

EL ROL SOCIAL

Sin embargo, Jadresic matiza esta conclusión explicando que se trata de conductas promedios y no de casos individuales, y que no se puede desconocer el aporte de la socialización en nuestra forma de ser. "Puede haber hombres más traperos, por ejemplo, que las mujeres", explica y añade que "no se puede desconocer que hay aspectos del comportamiento de los géneros que están influidos por la cultura y por las actitudes y las expectativas sociales". Si las madres eligen a sus hijas para salir a comprarse ropa, "es obvio que eso también es relevante para las conductas de consumo que uno asuma en el futuro".

Campos comparte esta visión y señala que "hay una tendencia que facilita ciertas conductas en hombres y mujeres, pero siempre hay algunos factores de aprendizaje que están implicados".

martes, noviembre 17, 2009

Artículo Relacionado: Base Genética de la Longevidad.

Estudio confirma origen genético de la longevidad.

Científicos estudiaron a una comunidad israelí y descubrieron que viven más años porque heredan una mutación genética que les permite producir más telomerasa.
por Alexis de Ponson M. - 17/11/2009 - 07:21

Para llegar a celebrar el cumpleaños número 100 no es necesario tomar brebajes de dudosa procedencia o comer un ajo en ayunas. La clave para vivir más años se encontraría dentro del ser humano, específicamente en su material genético.
Investigadores del Albert Einstein College of Medicine, en EEUU, descubrieron, en una comunidad israelí con gran cantidad de población centenaria, que las personas que alcanzan una extraordinaria longevidad poseen una mutación genética que les permite generar más telomerasa: enzima que repara los cromosomas y hace que sus células se mantengan sanas por más tiempo, previniendo la aparición de enfermedades relacionadas con el incremento de la edad, como hipertensión, diabetes y síndrome metabólico.
Se trata de una extraña variación del gen hTERT, que según constató la investigación, tenían tanto las personas mayores como sus descendientes. Por primera se comprueba que una modificación genética heredable está relacionada con una mayor longevidad.
TELOMEROS MAS LARGOS.

Hace tres décadas, la bióloga Elizabeth Blackburn descubrió que los extremos de los cromosomas eran esenciales para explicar el envejecimiento humano. Estas estructuras, llamadas telómeros, recubren y protegen el material genético, como el plástico que envuelve la punta de los cordones de los zapatos y de la misma manera, con el paso del tiempo, se van desgastando, hasta que no pueden cumplir su rol protector. La telomerasa permite que los telómeros se mantengan largos por más tiempo.
Eso es justamente lo que los investigadores norteamericanos encontraron en este grupo de israelíes ashkenazi: los que lograban vivir más años tenían cromosomas con telómeros más largos gracias a esta variación genética, que, además, heredaban a sus hijos y nietos. Los científicos estudiaron al grupo de israelíes con una edad promedio de 97 años, sus descendientes y a un grupo de control, con gente cuyos padres tuvieron una longevidad dentro del promedio de la población. Quienes alcanzaron los 100 años y sus descendientes tenían telómeros más largos que las personas del grupo de control. "Es un rasgo fuertemente heredable. Los descendientes de los centenarios no mostraron una reducción apreciable en el largo de sus telómeros relacionada con la edad, como sí se observó en el grupo de control", dijeron.
"Esta es la primera evidencia concreta de que en humanos la longevidad está relacionada con la telomerasa", destaca Euardo Karahanian, biólogo y profesor de la U. Diego Portales. Sin embargo, el experto advierte que en estudios en ratones, la mayor producción de telomerasa permite extender la vida, pero también aumenta el riesgo de padecer cáncer. "Al parecer, estas personas, además, tienen una protección genética contra el cáncer porque lograron vivir más y no desarrollaron la enfermedad", observa.
Por su parte, Patricia Pérez, genetista y académica de la U. Andrés Bello, dice que la confirmación de que la genética tiene un rol preponderante en la longevidad abre las puertas para "diseñar en el futuro terapias génicas que permitan solucionar problemas de salud que las personas tienen de nacimiento", mientras Ypusin Suh, una de las autoras del estudio, cree que "más adelante podría ser factible desarrollar drogas que imiten la acción de la telomerasa".

jueves, noviembre 12, 2009

Artículo Relacionado: Genes Que Participan en la Capacidad de Lenguaje.

Descubren variación genética que permitió desarrollo del lenguaje.
Luego de comparar las células cerebrales de chimpancé y de humano, investigadores constataron que la presencia de dos proteínas le permite al ser humano desarrollar el habla.
por Alexis de Ponson M. - 12/11/2009 - 07:14
Dos pequeñas proteínas son la clave que permite al ser humano desarrollar el lenguaje, su característica más propia y que lo diferencia de sus parientes cercanos, como el chimpancé.

Así lo afirma un estudio publicado en la última edición de la revista Nature.
Los humanos y los chimpancés comparten entre el 95% y el 98,5% de su material genético, es decir, casi la totalidad. Por este motivo los investigadores de la Universidad de California, en Estados Unidos, no se concentraron en la existencia de genes diferentes para explicar el surgimiento del lenguaje, sino, más bien, en la distinta expresión de un gen compartido en específico, el FOXP2, conocido como el "gen del lenguaje".
Hasta ahora, los científicos sabían que gran parte del misterio en torno al desarrollo del lenguaje se encuentra en este gen, sin embargo, aún no se había explicado el mecanismo mediante el cual el material genético actúa. El gen FOXP2 había conservado gran parte de su estructura a lo largo de la evolución de los primates, aunque el desarrollo humano hizo que adoptara características particulares.
Tras comparar las células cerebrales de chimpancés y de humanos, los investigadores norteamericanos constataron que en el ser humano este gen presenta dos mutaciones que permiten la expresión de dos proteínas que no están en el primate. Esto es crucial, porque determina que el mismo gen cumpla funciones distintas en el ser humano y en el chimpancé. La presencia de estas proteínas en la versión humana del FOXP2 permite que active 61 genes y desactive otros 55, todos relacionados con diversas funciones del lenguaje.
"Encontramos que un número significativo de genes se expresan de manera diferente en el cerebro humano y en el chimpancé. Esto sugiere que el FOXP2 hace que estos genes se comporten de manera diferente en las dos especies", dijo Daniel Geschwind, investigador de la Escuela de Medicina de la Universidad de California. "Pese a que es el mismo gen, actúa como dos llaves que abren puertas distintas en ambos organismos, lo que permite entender por qué el hombre sí es capaz de expresarse a través del lenguaje y los otros primates no", explica Angel Spotorno, biólogo evolucionista de la Universidad de Chile.
PROYECCION DEL ESTUDIO

Según el estudio, estos genes no sólo son responsables de los procesos de generación del lenguaje a nivel cerebral, sino también controlan la actividad de los músculos de la parte inferior del rostro, involucrados en la vocalización de las palabras. "Si comparamos al hombre con un computador, tendríamos que decir que estos genes no sólo controlan el programa que reproduce una música, sino también los parlantes que emiten su sonido", grafica Spotorno.
Los expertos que condujeron esta investigación esperan que sus hallazgos permitan en el futuro abordar a nivel molecular los problemas del habla asociados a enfermedades como el autismo y la esquizofrenia: "Al identificar los genes influidos por FOXP2, hemos identificado un nuevo conjunto de herramientas para el estudio de cómo el habla humana podría ser regulada a nivel molecular", explicó Genevieve Konopka, miembro del equipo investigador.
Para el académico del programa de Genética Humana de la Universidad de Chile, Carlos Valenzuela, la mutación específicamente humana del gen FOXP2 y sus consecuencias en el funcionamiento de otros genes "amplifican la diferencia entre el ser humano y los primates, más allá de lo que hasta ahora se suponía".

viernes, octubre 30, 2009

Artículo Relacionado: Condenan a Pederasta.

Pederasta que pidió su castración fue condenado a 30 años de cárcel en Francia
Francis Evrard secuestró y violó a un niño a días de abandonar la prisión por un delito similar.
El acusado le pidió a Nicolas Sarkozy la intervención.

EFE Francis Evrard.
El Tribunal Criminal de Douai, en el norte de Francia, condenó a 30 años de prisión, 20 de ellos de obligado cumplimiento, al pederasta reincidente, Francis Evrard, que recientemente solicitó que le castraran físicamente.
En esta ocasión, la justicia francesa condenó al hombre de 63 años por el secuestro y violación de un niño de 5 años en Roubaix en agosto de 2007, tan sólo días después de abandonar la cárcel, tras permanecer en ella 27 años por un delito similar.
El caso del pequeño Enis, que tan solo tenía 5 años cuando ocurrieron los hechos, creó una gran conmoción en Francia, ya que el acusado había sido condenado por abuso de menores en ocho ocasiones y había pasado 30 años de su vida encarcelado por este motivo.
El propio Evrard escribió, poco antes de que el pasado lunes se iniciara el juicio, al presidente francés, Nicolas Sarkozy, para pedirle que se le aplicara la castración física, un procedimiento que está prohibido en Francia por considerarse una mutilación.
Sarkozy no se pronunció al respecto, pero sí lo hizo la ministra de Justicia, Michèlle Alliot-Marie, quien subrayó recientemente que se trata de una cuestión que puede plantearse y que debe debatirse a fondo en el Parlamento.


Nota del Autor: Sobre este tema, los invito a revisar los capítulos 8 y 9, sobre sexualidad humana, correspondientes a mayo y junio, 2009.

viernes, septiembre 25, 2009

Capitulo 10: Delincuencia.

Nota del autor:


El presente capítulo constituye un primer enfoque sobre el complejo problema de la delincuencia. En él se pretende presentar en líneas gruesas los conceptos constitutivos de mi Teoría de la Conducta Humana que resultan útiles como herramientas de interpretación de los factores más básicos que participan en los procesos de toma de decisión de un ser humano que delinque. Con este enfoque no se pretende en absoluto lograr un análisis acabado y completo del tema.

Sin duda quedan pendientes variados factores de importante participación en el problema delictual, aparte de la necesaria profundización de las ideas acá presentadas. Todo ello espero que pueda ser incluído en próximos capítulos de este trabajo.






Desde siempre, la sociedad humana ha debido convivir con la delincuencia.


Ha tratado de controlar este flagelo por diversos mecanismos, desde preventivos y disuasivos, hasta represivos y punitivos, con el objeto impedir aquellos comportamientos de individuos o grupos que no respetan los derechos ajenos, individuales o colectivos.


No obstante ello, estas conductas antisociales persisten, y todo indica que persistirán, como hechos de ocurrencia natural y espontánea en un número variable de personas.


La prevalencia del accionar delictual ha sido muy variada en las distintas sociedades a través de la historia humana. Así, se han dado casos en que la delincuencia ha sido disminuída al mínimo, e incluso prácticamente eliminada, en estados totalitarios que han ejercido una represión extrema, al punto de desalentar totalmente al potencial delincuente a través del terror.

Conocemos también ejemplos de sociedades muy civilizadas, donde existe un muy bajo nivel de acción delictual sin que se requiera un estado especialmente represivo. O sea, en estos casos, prevalece una conducta respetuosa generalizada respecto del orden instituído, basada en un comportamiento voluntariamente asumido por la gran mayoría de la población.
Como contrapartida, han existido también muchos casos de casi nula civilidad, donde la barbarie y la simple ley del más fuerte han dominado sin contrapeso.


Cual es el origen del actuar abusivo, violento o irrespetuoso de toda norma de convivencia, que aparece, con mayor o menor frecuencia en determinados individuos, pero no en otros?


Con el objeto de respondernos esta interrogante, recurriremos a nuestra Teoría de la Conducta Humana, y consideraremos las tendencias que hemos definido como componentes esenciales de la influencia del cerebro primario sobre el cerebro secundario, presentes en cada ser humano.


En capítulos anteriores, y respecto de variados temas, hemos aludido con insistencia a este concepto de la influencia del cerebro primario, y las tendencias con que éste viene “preprogramado”, en proporción diferente para cada individuo, como factores muy influyentes de conducta, y que nos permitirá comprender, también, porqué hay personas que son capaces, ya sea en circunstancias excepcionales algunos, o como comportamientos habituales, otros, de realizar actos totalmente contrarios, perjudiciales y dañinos respecto de los derechos, la dignidad, y la integridad, de otras personas.
En el capítulo 4 de esta teoría se mencionan específicamente algunas de las tendencias innatas más relevantes que pueden caracterizar a los individuos, comenzando con aquella "tendencia a ejercer el engaño, la amenaza, o la violencia, para obtener determinados resultados, efectos o beneficios".
Tal como hemos mencionado anteriormente, si queremos ahondar en el origen de las tendencias que vienen "incorporadas" en los cerebros primarios de las personas, resulta necesario remontarnos a aquellos lejanos tiempos en que la "humanidad" era incipiente, y donde la defensa y supervivencia de cada grupo humano o "tribu" era un elemento primordial para asegurar la mejor continuidad de la especie.
Desde este punto de vista, existía un "aparato protector", que estaba constituído por aquellos integrantes de la tribu que tenían gran valor, arrojo, fuerza y destreza en la cacería y el combate. Cuanto mejores fueran en este campo los cazadores y/o guerreros, mayor era la fortaleza del grupo, especialmente si esta fuerza se combinaba con intensos sentimientos de pertenencia y lealtad a la tribu.
Para mantener siempre muy fuertes estos sentimientos de pertenencia y lealtad, era responsabilidad primordial de los jefes el asegurar que todos los integrantes tuvieran una justa participación, en cuanto a derechos y deberes, según los méritos y fortalezas de cada uno, (lo cual a su vez constituía un factor de status social y de poder), y sus conductas concretas, en su calidad de individuos "oficialmente constitutivos" del grupo. Ello era el equivalente, de lo que son en nuestro tiempo, los derechos humanos y ciudadanos de los integrantes de cualquier sociedad civilizada, que debieran defenderse y respetarse siempre, idealmente, sumados a una serie de reforzamientos cuturales destinados a enaltecer la raza, la patria, la protección del territorio, etc, según sea el caso, los cuales son poderosos motivadores de lealtad y compromiso con la nación.


En un paralelo equivalente y comparable a estos conceptos, hemos señalado también en capítulos anteriores la existencia de poderosas tendencias "protectoras" preprogramadas en los cerebros primarios, destinadas a motivar conductas de defensa en favor de cualquier integrante de la propia tribu, amenazado por elementos ajenos, fueran estos de origen ambiental, animal o humano.

En este sentido, alcanzaba un valor muy significativo, de nuevo, la percepción de pertenencia al grupo, y la relevancia de elementos como el compromiso, la lealtad y el altruismo, como haberes de muy alto valor moral y social.
Así, el impartir adecuada justicia, para cuidar que los derechos y deberes de todos los integrantes estuvieran bien cautelados ante cualquier infracción o abuso por parte de cualquiera que no respetara las normas de convivencia, era, por tanto, una responsabilidad cardinal de los jefes, y en la medida que esto se cumplía adecuadamente, se producía un ambiente de mayor cohesión y respeto de todos los integrantes respecto de sus normas de vida, entendidas por todos, pero aún no escritas, en aquellos remotos tiempos.


Vemos que se configura así un cuadro complejo de múltiples factores inter relacionados, en donde las tendencias individuales, asociadas a las colectivas, determinaban variadas conductas, muy dinámicas en su evolución de acuerdo a la variación de las circunstancias en que transcurría la "historia" de esos antepasados nuestros.
Se tendía, en base a lo anterior, a mantener el orden social en la tribu, puesto que el evitar tensiones internas hacía al grupo más fuerte frente a los peligros externos.
Si se producían circunstancias en las que esta cohesión social se debilitaba, por ejemplo, por rivalidades entre guerreros que pretendían escalar en las posiciones de poder al interior de la tribu, con la aparición de individuos caracterizados por marcadas tendencias violentas, había un claro riesgo que amenazaba ¨el orden¨ en esa tribu. Si lo anterior se asociaba a manifestaciones de debilidad en la capacidad de los jefes de mantener con firmeza su autoridad, o si estos jefes fallaban en su responsabilidad de impartir justicia apropiadamente, se podía generar una perpcepción de trato injusto por parte de algunos integrantes, lo cual podía impulsarlos, al igual que a los ambiciosos de poder mencionados antes, a protagonizar conatos de rebeldía, individuales o colectivos, más o menos organizados, en contra del orden imperante y/o de los derechos de los demás.
Si se daba el caso que estos elementos de fuerza resultaran guiados por intereses poco leales, y especialmente egoístas en cuanto a conseguir provechos personales o de subgrupos dentro de la tribu, también se producían problemas, los cuales requerían medidas urgentes para reponer el orden, dado que si ello no se lograba, la integridad y supervivencia de la tribu estaban en claro riesgo.


Tenemos así esbozado un cuadro general en el que, dependiendo del número y fuerza de factores inhibidores de la "mala conducta", y del número y fuerza de factores proclives a la violencia y al desprecio de los factores protectores del grupo, originados a su vez en tendencias preprogramadas en cada integrante, podían materializarse en mayor o menor cuantía acciones contrarias al orden instituído.


Sin duda existen componentes de tipo genético más o menos prevalentes en una población, en cuanto a preprogramación cerebral primaria, capaces de determinar una caracterización general de las costumbres y conductas de cada sociedad, y, así, hemos conocido a través de la historia, ejemplos muy notables de pueblos esencialmente guerreros, dominadores y con fuertes inclinaciones imperialistas, en tanto que ha habido otros, que han sido marcados por tendencias más humanistas, artísticas y de gran civilidad.


Desde el punto de vista individual, cada integrante podía ir siendo caracterizado desde muy pequeño por su "perfil conductual" originado básicamente en su distribución de tendencias, que hace única a cada persona, y ello influía en la forma como esta persona se relacionaba con los demás, y con el conjunto de costumbres y normas propios de su tribu o pueblo.
Como resultado de esta particular interacción, podía aparecer un individuo muy meritorio en ámbitos especialmente apreciados, por ejemplo, un gran cazador, valiente, hábil y leal a su pueblo. Evidentemente, este individuo probablemente iría escalando rápida y sólidamente en la estructura social y de poder del grupo.
Un individuo con tendencias a la violencia y el engaño para conseguir beneficios personales, por tener tendencias que iban en contra del "bien común" debía ser especialmente cuidadoso de que estas inclinaciones suyas no fueran reconocidas por los demás, y se abstendría de concretar esas conductas de existir un gran control del orden y la justicia, y claras amenazas de castigo para esas transgresiones.

En circunstancias de relajación de la autoridad y el orden, podría ser que un individuo estuviera más dispuesto a "arriesgarse", concretando las conductas transgresoras a que era impulsado por su cerebro primario.


De qué dependía en cada caso individual el que se concretara o no una conducta contraria al bien común?
Tal como hemos señalado en capítulos anteriores, en la toma de decisiones de cada persona, y en una circunstancia determinada, se produce una interacción (competencia) entre la influencia cerebral primaria y secundaria, la cual puede ser más o menos armónica o disarmónica, en cualquiera de sus grados intermedios. Mientras más disarmónica (o contrapuesta), más conflictos se producirán en la persona. Mientras más apremiante sea la situación, más pesará el cerebro primario, especializado en las respuestas automáticas (ver capítulo 4).

Cuando la influencia de ambos cerebros es armónica, (en que cerebro primario y secundario “opinan” en forma similar), se tomará más rápida y fácilmente una decisión de conducta más cercana al “bien común”, precisamente por estar avalada por el cerebro secundario, que ha incorporado a través de la vida de la persona la educación, los usos, costumbres y valores de esa sociedad.
En las situaciones de influencias disarmónicas, que pueden llegar a ser totalmente contrapuestas, se producirá una situación de conflicto y stress en la persona, las cuales pueden llevar a conductas de orientación variable, o a la inacción, según el peso relativo de las fuerzas en disputa.
Si se da el caso de que concurren en una persona un cerebro primario caracterizado por intensas tendencias violentas y abusivas, contrarias al bien común, y con componentes débiles en cuanto a factores protectores de la tribu y sentimientos de culpa, asociado a un cerebro secundario pobre en valores y educación, están dadas las condiciones para que, en cuanto las circunstancias ambientales sean suficientemente favorables, ese individuo proceda a concretar conductas que pueden alcanzar diferentes grados de daño y perjuicios a terceras personas, pudiendo llegar a niveles realmente extremos.


Recapitulando, desde un punto de vista más general, y tal como hemos mencionado en capítulos anteriores, la expresión de cada tendencia en un determinado individuo, depende de múltiples factores, entre los que podemos mencionar: la intensidad de una determinada tendencia, cuán contraria sea ésta a lo "socialmente aceptado", cuán intensos sean los castigos que podrían aplicarse al infractor (factor disuasivo), y la posibilidad mayor o menor de conseguir su concreción sin ser descubierto.
Junto a lo anterior, y como poderosos disuasivos "naturales" respecto de realizar conductas atentatorias respecto de otros, hemos mencionado también los sentimientos de ¨pertenencia y ejercicio pleno de deberes y derechos dentro de la sociedad", y la existencia de una sólida conciencia moral, la cual se basa por una parte en los elementos instintivos de protección del grupo (tendencias positivas primarias), y una importante inculcación de valores protectores de la familia, sociedad, sólida educación, etc, los cuales construyen un cerebro secundario poderoso, capaz de oponerse con fuerza a las tendencias negativas y destructoras, si éstas existen, provenientes del cerebro primario.

Así, la capacidad de contener, dañar, o incluso destruir a otro individuo, que era un recurso destinado originalmente a proteger a una determinada tribu frente a agresiones foráneas, puede pasar a constituir un factor de daño al interior de la propia tribu, cuando se vuelve contra sus propios integrantes.


De lo expresado hasta acá, comienza a resultar bastante claro cuán extrapolables son estas consideraciones, válidas para las tribus primitivas, a la sociedad más moderna de nuestros días, donde el conflicto entre las tendencias del cerebro primario y la racionalidad que trata de mantener el cerebro secundario, siguen plenamente vigentes, más allá del enorme progreso evolutivo que éste último ha experimentado a través de los años.


En las sociedades modernas, especialmente en las grandes aglomeraciones urbanas, aparece un elemento importante que favorece la expresion de las conductas delictuales: es el anonimato relativo que brinda ser uno o muy pocos dentro de una gran masa humana. Ello ocurre cuando las personas no se conocen directamente unos a otros, no llevan grabados en sus cerebros las imágenes corporales y faciales que perimitían en la antiguedad, y aun hoy en las agrupaciones pequeñas, saber quien es quien, y ejercer así un control natural sobre la conducta identificada de cada individuo.


Podemos desprender de las consideraciones anteriores que desde el punto de vista individual y social, existirán siempre elementos favorecedores de la expresión de las tendencias delictuales, así como otros que se opondrán a su concreción.


Estas consideraciones son absolutamente aplicables a la realidad de nuestros días, y los factores que acá mencionamos guardan relación directa con la realidad de “orden social” y las transgresiones delictuales modernas.


Entre los elementos o factores favorecedores del delito, desde el punto de vista social, debemos mencionar los siguientes:


1. Las grandes diferencias en nivel de vida.

Ello se percibe muy claramente cuando existen grandes diferencias entre grupos de personas en el acceso a condiciones de vida acordes con el progreso civil y tecnológico en una sociedad, que se reflejan en un acceso muy diferente a comodidades de vivienda, alimentación, medios de transporte, trabajo bien remunerado, acceso a instancias de diversión y entretenimiento, hermosos lugares de vacaciones, viajes, etc., especialmente si hay gran ostentación y lujo en este “hacer patente” el hecho de tener un gran éxito en la vida, a la vista de otros (que en teoría deberían tener los mismos derechos), cuya realidad es especialmente contrapuesta por lo limitada en todo este tipo de posibilidades.


2. La percepción de que las oportunidades de realización personal están muy injustamente distribuídas, de manera que importantes grupos humanos no tienen acceso a sistemas educativos, laborales, de salud, vivienda, etc., que les permitan competir en igualdad de condiciones con aquellos que tuvieron a su disposición, y desde el nacimiento, claras ventajas comparativas.


Este es un caldo de cultivo especialmente efectivo para estimular las conductas delictivas, puesto que muchas personas sienten que sus derechos y oportunidades les han sido injustamente negados.


Rápidamente pierden los sentimientos de pertenencia al grupo social, comienzan a organizarse en subgrupos de reacción y resistencia, que muy fácilmente derivan en conductas rebeldes frente al orden general que la sociedad ha instituído y pretende preservar.


Acá está el germen del fenómeno de Desintegración Social, elemento especialmente peligroso, puesto que marca tendencias sociales muy profundas y muy difíciles de revertir en el corto o incluso mediano plazo.


3. La relajación en las medidas preventivas y coercitivas destinadas a desalentar la comisión de delitos, fundadas en la errada percepción de que un trato muy "humanitario" al delincuente lo hará reflexionar a la hora de decidir si transgrede o no la ley, cuando el efecto de ello es en general el contrario.


4. El hecho de que aumente el número de hechos abusivos y violentos, va entrando en una espiral de autopotenciación en la medida que el delincuente ve que sus actos no son castigados en proporción a la falta cometida. Esta situación es especialmente favorecedora del delito, pues si las tasas delictuales aumentan, las cárceles comienzan a agotar su capacidad, lo cual fuerza cada vez más al sistema judicial a ir seleccionando sólo los casos más graves como meritorios de reclusión, y el porcentaje de la población que no delinque (cada vez menor) observa con estupor cómo la delincuencia comienza impunemente a apropiarse de los espacios públicos e invade cada vez más, y más violentamente, los privados, al mismo tiempo que sus acciones delictivas van quedando cada vez más exentas de sanciones.


5. La percepción general de que la autoridad es abusiva y no respeta ella misma el orden que oficialmente aparece defendiendo (corrupción), es un factor de gran desaliento en la masa, que observa como moralmente debilitada o injustificada su propia “obligación” de respetar cualquier orden.


6. La prevalencia de altos índices de intoxicación por alcohol y otras drogas, especialmente aquellas más dañinas (que normalmente son las más baratas), lo cual consituye un elemento especialmente gravitante en favorecer el bloqueo de las tendencias protectoras y la actividad frenadora que el cerebro secundario pudiera oponer a las tendencias primarias de lograr beneficios a costa de vulnerar los derechos ajenos.


7. La clara relación existente entre juventud, competencia por derechos de apareamiento y status, que hace especialmente proclives a los adolescentes y adultos jóvenes a cometer delitos para obtener fácilmente ventajas comparativas, frente a sus pares y al resto de la sociedad.



Recapitulando, cuando los factores ambientales preponderantes son los de la Desintegracion Social, la postergacion y abandono de importantes grupos ciudadanos, sumados a una débil defensa de los derechos de las potenciales victimas, las condiciones estarán dadas para que un mayor número de individuos opte por el delito.


Desde un punto de vista individual, en el balance de la interacción de factores generales que inciden en la prevalencia de actos delicitivos, intervendrán:


1. Fuerza relativa de los instintos primarios (tendencias).


2. Fuerza relativa de la conciencia moral (tendencias protectoras más crianza y educación).


3. Existencia de una firme percepción de pertenencia a distintos entes sociales (positivos y negativos).


4. Existencia de oportunidades de desarrollo personal, que fortalecen las conductas de respeto frente al sistema y a los demás.


5. Organización, fortaleza y alcance del régimen preventivo-coercitivo-penal, destinado al desaliento y castigo de los actos delictivos.



Finalmente, una consideración sobre la efectividad de los sistemas de rehabilitación.
Los programas de rehabilitación relativos a delincuencia y drogadicción, en distintas partes de mundo, han tenido siempre resultados muy relativos. En general dependen de que en cada individuo no exista un gran desbalance entre la intensidad de las tendencias proclives a las drogas o al delito, y los factores protectores innatos y educativos con que se refuerce la capacidad de cada persona de oponerse a esas tendencias.

En todos los casos en que esas tendencias sean muy intensas, las posibilidades de rehabilitación serán siempre mucho menores, especialmente si desde el punto de vista social la alta prevalencia de delitos y drogadicción pasa por si misma a constituir un factor que actúa como ejemplo que favorece esas conductas.

En aquellos casos en que los involucrados sean personas jóvenes, si existe un cerebro secundario aún receptivo y moldeable, capaz de oponerse a las tendencias primarias, y capaz de valorar los beneficios de una conducta responsable, las posibilidades de rehabilitación serán sin duda mucho mejores.


Santiago, septiembre 2009.

domingo, septiembre 06, 2009

Artículo Relacionado: Hija Torturada Hasta La Muerte, en "Bien del Honor"

Un padre encerró a su hija durante un año y la torturó hasta la muerte.
El hombre cometió estos actos después de conocer rumores del comportamiento de su hija con su novio.

EFE Domingo 6 de Septiembre de 2009 05:49

EL CAIRO.- Un padre encerró a su hija de 23 años en una habitación oscura durante un año donde la ofreció escasa comida y bebida, y la torturó hasta la muerte en un caso de crimen de honor, informa hoy el diario egipcio Al Ahram.

El hombre de 55 años cometió el crimen después de conocer rumores sobre el comportamiento de su hija, que se relacionaba con el chico con el que se suponía que se iba a casar.

La familia del padre, radicada en la localidad de Miniya, en el sur de Egipto, se sintió ofendida por la mala fama que perseguía a la hija y amenazó al padre con prohibirle visitar la ciudad si no mataba a la chica.

El hombre, que trabajaba como portero de un edificio en el barrio del Cairo Antiguo, ha reconocido a la Policía que encadenó y torturó a su hija para matarla y entregar su cadáver a su familia en Miniya para que le perdonara.

Los vecinos del asesino confeso informaron a la Policía del crimen antes de que consiguiera huir con el cadáver, indica el rotativo.

martes, agosto 18, 2009

Artículo Relacionado: Mecanismo de la Memoria.

Estudio concluyó que el funcionamiento de la memoria humana se parece a Google
El cerebro es capaz de empaquetar información por áreas temáticas.
Un buscador, en tanto, captura documentos en función a lo que al usuario le interesa saber.
BBC/Cooperativa.cl ¿Cómo buscan los buscadores? Usabilidad
Los buscadores de páginas web rastrean información de igual forma que lo hacen las neuronas en el cerebro. A esa conclusión llegó el biofísico uruguayo Eduardo Mizraji, quien ganó el premio a mejor artículo de 2008 de la revista británica especializada International Journal of General Systems.
Mizraji y su equipo, en la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, en Uruguay, estudiaron dos temas: uno neurocientífico y otro tecnológico y, por casualidad, vieron que existía un paralelismo.
Primero comenzaron estudiando cómo las redes de neuronas son capaces de engendrar las operaciones cognitivas del cerebro: pensar, idear, imaginar, razonar, enfocándose en las habilidades lingüísticas.
"Nos ha interesado estudiar cómo la memoria es capaz de empaquetar información por áreas temáticas; cómo es capaz de informarnos de qué tema está hablando una persona cuando escuchamos una conversación", explicó el científico a BBC Mundo.
"Eso lo podemos hacer porque en nuestro cerebro tenemos algún sistema de información que logra identificar las palabras por áreas temáticas: están hablando del clima, de un tema de ciencias, de un tema político. La capacidad de clasificar temáticamente nuestro cerebro reside en nuestras memorias y ése es el tema central de nuestra investigación", agregó.

El estudio ayudará a que pueda existir una interacción entre ciencias básicas y el diseño de buscadores crecientemente eficientes.
¿Cómo buscan los buscadores?
Mizraji estudió cómo las redes de neuronas son capaces de engendrar las operaciones cognitivas del cerebro.
"Un buscador captura documentos en función de lo que a usted le interesa saber, de las palabras que usted pone. El desafío para los ingenieros es cómo emparentar palabras que son sinónimos. Por ejemplo, si usted pone 'ser humano' y 'persona' puede ser que los documentos vinculados a uno y otro sean documentos emparentables, a pesar de que las letras que componen ambas palabras sean distintas", indicó.
En su investigación, el científico comprendió que los ingenieros hallaron la forma de resolver ese problema de la misma manera en que lo hace el cerebro.
La importancia de esta investigación es que colabora en la comprensión de cómo funcionan los colectivos de neuronas, cómo éstas se comunican entre sí, un terreno que, según explicó Mizraji, está en gran parte inexplorado porque "existen grandes dificultades técnicas".
El equipo que lidera Mizraji estudió qué es una memoria neuronal o asociativa, un tipo de memoria sustentada por esos colectivos de neuronas, usando modelos matemáticos.
Usabilidad subir
¿Cuál es la aplicación de este hallazgo? ¿Podrá servir para mejorar los motores de búsqueda en la red?
Mizraji dijo que su investigación culmina con la especulación de que pueda existir una interacción entre las ciencias básicas y el diseño de buscadores crecientemente eficientes.
"En los ambientes industriales, en las empresas, estos temas seguramente ya están siendo estudiados porque el problema de la web es que ha tenido un crecimiento tan desmesurado que los buscadores necesitan encontrar la forma de ser cada vez más eficientes", señaló.
El experto agregó que "lo que los ingenieros están diseñando puede ayudar a mejorar las intuiciones que tenemos los biólogos sobre cómo funcionan los procedimientos de búsqueda de información en las memorias".
Y, a la vez, Mizraji aspira a que los tecnólogos, conociendo sus investigaciones, adquieran inspiración para innovar en los campos tecnológicos.
El científico asegura que su investigación demuestra que la relación ideal entre ciencia y tecnología es de simbiosis, donde la vida de cada uno ayuda al otro.
"Los tecnólogos nos suministran instrumentos e ideas que los científicos básicos aprovechamos enormemente, y viceversa", aseguró.

jueves, julio 30, 2009

Artículo Relacionado: Tendencias Homosexuales en Animales

18/06/2009
Estudio afirma que todos los animales tienen tendencias homosexuales
Ya se había confirmado esta conducta en chimpancés, pingüinos y moscas de la fruta.
Esto podría ayudar a entender las consecuencias evolutivas en cada especie.
BBC Al parecer es un fenómeno universal en todos los grupos del reino animal: desde los humildes gusanos y las moscas hasta las aves y delfines, todos los animales muestran tendencias homosexuales, según una nueva investigación.
Estudios en el pasado han revelado que los chimpancés, los pingüinos y las moscas de la fruta muestran ciertas conductas homosexuales. Pero ahora la nueva investigación llevada a cabo en Estados Unidos afirma que este es un fenómeno común en todas las especies.
Para el estudio, publicado en Trends in Ecology & Evolution (Tendencias en Ecología y Evolución), los científicos de la Universidad de California llevaron a cabo una revisión de las investigaciones publicadas que se habían centrado en la conducta sexual de los animales.
Y encontraron que aunque es un fenómeno común, el tipo de comportamiento puede variar entre las especies.
"Todos, desde los mamíferos, las aves, los anfibios, los insectos y hasta los arácnidos, son grupos animales en los cuales se ha visto algún tipo de conducta sexual entre el mismo sexo" dijo a la BBC el doctor Nathan Bailey, el biólogo evolutivo que dirigió la investigación.
"Sin embargo, la conducta homosexual de las moscas de la fruta es sumamente diferente de la conducta homosexual de los chimpancés y los delfines", agrega.
Según el investigador, en las moscas de la fruta, por ejemplo, el macho corteja y copula con otro macho porque carece de un gen que le permite discriminar entre los sexos.
Pero en los chimpancés o los delfines la función de la conducta sexual entre el mismo sexo es totalmente diferente.
"En estos animales el comportamiento sexual entre el mismo sexo les facilita la interacción de grupo. Y se da también en el caso en otros grupos animales en los que la conducta homosexual no tiene ninguna función específica", dice el investigador.
"Los estudios con macacos japoneses, por ejemplo, no se ha logrado encontrar una buena explicación de porqué estos animales muestran conductas sexuales entre el mismo sexo", agrega.
Hasta ahora estudios habían confirmado que los pingüinos tienen conductas homosexuales.
Mecanismo evolutivo
La conducta homosexual, explican los científicos, puede incluir tanto el cortejo y el apareamiento como la crianza. Y son comportamientos que pudieron haber surgido como mecanismos de evolución a través de generaciones sucesivas.
Pero también puede darse el caso de animales que muestran tendencias homosexuales simplemente porque se confunde a un sexo con el otro.
"Esto quizás es lo que ocurre con los insectos" dice Nathan Bailey.
"En los casos en los que los estudios no han logrado encontrar una función adaptativa de la conducta homosexual, como por ejemplo que sirva para mejorar la capacidad reproductiva o la supervivencia de la especie, se cree que la conducta homosexual es resultado de la confusión para diferenciar entre los sexos", agrega.
"Esto es lo que ocurre con las moscas de la fruta, que por falta de capacidad discriminatoria los machos aparean con otros machos sin saberlo", dice el investigador.
Los delfines, sin embargo, utilizan la conducta homosexual para establecer lazos y formar alianzas con otros machos.
En las últimas dos décadas, dicen los investigadores, ha habido muchos estudios que se centran en los mecanismos que conducen a que los animales muestren conductas sexuales entre el mismo sexo.
Sin embargo, hasta ahora se sabe muy poco sobre cuáles son las consecuencias evolutivas de estas conductas.
"Igual que ocurre con otras tendencias que no conducen directamente a la reproducción, como la agresión o el altruismo, la conducta homosexual puede tener consecuencias evolutivas que hasta ahora estamos comenzando a entender" dice Nathan Bailey.
Tampoco se sabe hasta qué punto estas conductas sexuales entre el mismo sexo tienen componentes genéticos o están más influenciadas por el medio ambiente.
"El conocimiento de esta información nos ayudaría a entender mejor cómo evolucionan las conductas y si estas conductas son comunes en todos los ejemplares de una especie pero sólo algunos son capaces de expresarlas", agrega el científico.
Los investigadores planean ahora estudiar cuáles son las consecuencias evolutivas de estos comportamientos.

jueves, julio 16, 2009

Artículo Relacionado: Violación Intra Familiar

Adolescente era violada por su madre y padrastro en Maipú
Sandra Marcela Yañez y Sebastián Araya Soto abusaron sexualmente de la joven de 16 años desde 2007.
Los detenidos drogaban a la víctima y filmaban los vejámenes.
Cooperativa.cl
La Policía de Investigaciones detuvo a una pareja que abusó sexualmente de una adolescente de 16 años desde el año 2007 en Maipú, tras la denuncia de una tía de la joven.
La menor de iniciales D.P.Y. sufrió reiteradas violaciones víctima de su propia madre, Sandra Marcela Yañez, y del conviviente de la mujer, Sebastián Segundo Araya Soto.
Según los antecedentes de la Fiscalía Occidente, la pareja comenzó a abusar de la adolescente hace dos años cuando ambos, junto a la menor, bebieron abundantes botellas de vodka que provocaron que la niña quedara inconsciente.
Desde esa fecha, el sujeto, de 35 años, y la mujer, de 36, drogaban a la joven, abusaban de ella y filmaban los vejámenes.
"El probatorio principal es una grabación que logró rescatar la propia menor, en la cual pudo darse cuenta que el año 2007 en una ocasión que estaba inconsciente producto del consumo de alcohol, procedieron ambas personas a desnudarla y posteriormente a grabarla", relató el fiscal Sergio Soto.
En marzo de 2008, la víctima encaró a su madre, pero ésta amenazó con quitarse la vida y expulsarla de la casa si denunciaba el hecho.
No obstante, le contó los hechos a una tía, quien finalmente denunció la situación.
La menor tiene un hijo de un año, por lo que se investiga si el niño es fruto de la relación con su pareja o de una de las violaciones.
La policía incautó cinco computadores y abundante material pornográfico, por lo que este jueves serán formalizados por el delito de abusos sexuales agravados y producción y almacenamiento de material pornográfico infantil.

miércoles, julio 01, 2009

Artículo Relacionado: Expulsión de Religioso Homosexual

Papa retiró a obispo uruguayo acusado de mantener relaciones gay.
El prelado había denunciado extorsión por parte de los hombres con los que intimó.
EFE
El Papa Benedicto XVI cesó al obispo de Minas (Uruguay), Francisco Domingo Barbosa Da Silveira, envuelto en un escándalo por haber mantenido supuestamente relaciones homosexuales, informó este miércoles el Vaticano.
La decisión fue tomada en conformidad con el artículo 401,2 del Código de Derecho Canónico, por el que "se ruega encarecidamente al obispo diocesano que presente la renuncia de su oficio si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su capacidad para desempeñarlo".
El caso de Barbosa, hasta ahora obispo de Minas (a 120 kilómetros al norte de Montevideo), saltó recientemente a la opinión pública después de que el prelado denunciara por extorsión a dos hombres con antecedentes penales con los que supuestamente mantuvo relaciones sexuales.
Según fuentes policiales, Barbosa contrató a finales del pasado año a los dos hombres, que cumplían penas de prisión por varios delitos, para que realizaran tareas en el Obispado y una noche de diciembre tras una cena organizada por el prelado, éste mantuvo relaciones sexuales con los dos individuos que fueron grabadas con la cámara de un teléfono móvil.
Los dos presos, según las mismas fuentes, utilizaron la grabación para extorsionar al prelado.
Hace varios días, el prelado pidió perdón públicamente.

domingo, junio 28, 2009

Artículo Relacionado: Estudio de Mecanismo de Control Genético.

Científicos argentinos hallan un mecanismo clave en los genes.
Descubrieron más detalles del modo en que los genes fabrican proteínas en el cuerpo.

Por: Valeria Román.
En las células del cuerpo humano funciona un elegante sistema de "corte y confección" de proteínas. Se conocía ya a los genes que operan como "costureras" en ese sistema.
Ahora, un equipo de científicos argentinos descubrió el mecanismo de acción de los "supervisores".
El hallazgo fue realizado por el biólogo molecular Alberto Kornblihtt y por Mariano Alló, investigador y becario del Conicet respectivamente, que trabajan en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Se trata de una investigación básica de tanta relevancia que su publicación fue adelantada en la versión on line de la revista especializada Nature Structure & Molecular Biology, de Inglaterra.
Tradicionalmente se pensaba que cada gen -formado por el famoso ADN- era capaz de fabricar sólo una proteína. En los años 80, se descubrió que cada uno de los genes puede hacer más: el 70 % de ellos puede fabricar más de una proteína. "Esto aumenta la capacidad informativa de los genes y explica la diferencia en complejidad biológica que tenemos respecto de otras especies", señala Kornblihtt.
Después se encontró el mecanismo por el cual un gen fabrica más de una proteína. Este sistema de corte y confección funciona así: cada gen se copia y fabrica un ácido ribonucleico (ARN) mensajero inmaduro. En el núcleo de las células, el ARN inmaduro es cortado y empalmado. Como resultado, ese ARN maduro es más corto que su precursor. En este proceso existe la posibilidad de que un mismo ARN inmaduro dé lugar a varios ARN maduros diferentes, según la forma en que los fragmentos se empalmen. Luego, el ARN maduro viaja dentro de la célula hacia el lugar donde será decodificado para formar la proteína.
En este punto, entró a jugar el equipo de Kornblitth y Alló: descubrió que hay un mecanismo que regula esos empalmes que dan lugar a las proteínas. Los encargados de controlar esos procesos se llaman ARN pequeños. ¿Cómo lo demostraron? Inyectaron ARN pequeños (que habían sintetizado) a células humanas en el laboratorio, y observaron que se unieron a los genes que buscaban sin modificar su información, aunque sí realizaron modificaciones que finalmente terminaron en empalmes y proteínas distintas.
Según Kornblihtt, "el hallazgo sirve para elaborar herramientas que permitan controlar mejor el desarrollo del cáncer y otras enfermedades como la distrofia miotónica, la atrofia muscular espinal, y la demencia fronto-temporal, entre otras menos conocidas".

(www.clarin.com)

miércoles, junio 24, 2009

Artículo Relacionado: Político Infiel, (más comentario de un "observador").

Gobernador republicano reconoció entre lágrimas una aventura extramarital en Argentina
Mark Sanford -que estuvo inubicable por siete días- admitió un affaire en Buenos Aires.
Es el segundo escándalo que sacude a su partido en menos de siete días.
EFE
Mark Sanford no estuvo acompañado de su familia en la conferencia. El gobernador de Carolina del Sur (EE.UU.), Mark Sanford, 49 años, reconoció este miércoles ante las cámaras y entre lágrimas que su desaparición se debió a una aventura extramarital en Argentina.
"Seré directo. Le he sido infiel a mi mujer", declaró Sanford, que estuvo inubicable por siete días.
El martes, el gobernador hizo llegar un comunicado a través de su jefe de prensa en el que informaba se había escapado unos días a los Apalaches a relajarse, pero un reportero lo captó llegando desde Argentina en el Aeropuerto de Atlanta y echó por tierra esa versión.
"Lo que he hecho está mal. Punto", añadió Sanford, quien sostuvo que "he pasado los últimos cinco días de mi vida llorando en Argentina".
Sanford es el segundo político republicano al que se le descubre una amante en menos de siete días, después que el senador John Ensign, de Nevada, admitiera una aventura con una mujer que trabajó en su campaña.

Comentario de un lector:

...................................Gil, SIEMPRE hay que negar todo y morir con esa versión....de nada.
Hugo Stgo

martes, junio 23, 2009

Artículo Relacionado: Declaración de Tendencia Sexual

Ricky Martin: Mi corazón puede pertenecer tanto a hombres como a mujeres
El cantante realizó las declaraciones a la revista puertorriqueña TV Aquí.
Los rumores sobre las preferencias sexuales del cantante lo han perseguido desde los años 80.
Agencias
El cantante puertorriqueño Ricky Martin hizo polémicas declaraciones a la revista TV Aquí, en donde afirmó que "su corazón puede pertenecer a hombres como a mujeres".
Los rumores sobre las preferencias sexuales del cantante lo han perseguido desde los años 80, cuando pertenecía al grupo musical Menudo.
En los últimos años, el boricua ha mostrado una actitud más abierta respecto a temas sobre la diversidad sexual, por ejemplo, cuando el ex RBD Christian Chávez "salió del clóset", Martin afirmó que "la vida es demasiado corta para vivir encerrados. Ahora Christian ha de estar libre en muchos aspectos. Le deseo mucha fuerza".
Actualmente, el puertorriqueño se encuentra dedicado a la paternidad de sus mellizos, Valentino y Matteo, nacidos en agosto del año pasado gracias a una madre de alquiler.

sábado, junio 20, 2009

Capítulo 9, Sexualidad Humana, Segunda Parte

En esta segunda parte, intentaremos dar una nueva interpretación al problema del origen y expresión de las orientaciones, preferencias y materialización del impulso sexual, desde el punto de vista del origen general de todas las tendencias humanas, y su relación con la conciencia y autoconciencia.
Para su mejor comprensión, es necesario haber leido los capítulos previos, donde se presentan y analizan estos temas, a través de la interpretación que nos permite nuestra Teoría de la Conducta Humana y su base en el concepto del Doble Cerebro.
Dado que lo que acá se pretende es una caracterización absolutamente objetiva de la sexualidad humana, libre de todo mito, idealización, o prejuicio, en este análisis no tienen cabida las clasificaciones ni caracterizaciones tradicionales, las cuales precisamente por su limitada objetividad han tenido que ir siendo modificadas con el paso del tiempo, tanto en el ámbito de la patología psiquiátrica como en su evaluación social y moral. Sólo se tratará de realizar caracterizaciones del punto de vista objetivo de los efectos concretos, o sea, de los daños, los perjuicios, o las satisfacciones y beneficios que las distintas expresiones de la sexualidad pueden acarrear a los propios involucrados y a quienes los rodean.
Para cumplir este propósito de objetividad, recurrimos a nuestra Teoría de la Conducta Humana, cuyo origen está inspirado, entre otras fuentes, en el modelo evolutivo propuesto por Charles Darwin, cuyas ideas suscribimos en sus aspectos generales.
Así como ocurre respecto del resto de las demás tendencias que caracterizarán a cada persona, la tendencia o impulso sexual (y la distribución de sus orientaciones relativas, según veremos luego), resulta de la dinámica de la expresión, en su enorme variabilidad, de la carga genética y el desarrollo embrionario, de cada individuo, asociada en medida más limitada a la influencia del medio ambiente.

No es posible saber con certeza, aún, la naturaleza precisa de la participación de cada uno de estos factores, pero resulta muy probable que el conjunto de tendencias que caracterizarán a cada persona ya esté siendo determinado y establecido durante el desarrollo embriológico y fetal.
La influencia del medio probablemente tendrá una capacidad sólo moderadora o exaltadora de las potencialidades de cada individuo, según la dirección relativa de cada tendencia, dentro del espectro total que caracterizará a cada persona.
Por tanto, la distribución de estímulos que resultarán positivos, neutros o negativos para cada persona, tanto en la esfera sexual como en el resto de sus ámbitos, ya estará fundamentalmente definida cuando esa persona comience a "descubrirse", proceso que comienza con el incio de la conciencia y auto conciencia (ver capítulo respectivo), generalmente desde los 3 a 4 años de edad, y que puede tomar un período largo y bastante variable.
Así, habrá personas que tendrán una autoconciencia muy detallada y clara en relación a sus tendencias tanto sexuales como no sexuales durante o al fin del segundo decenio, y otras a quienes les tomará más tiempo alcanzar esta madurez.

Esto último dependerá no sólo de la distribución de tendencias y orientaciones, y de la capacidad de autoanálisis per se de cada persona, (y por cierto de "autoengaño", o lo que es lo mismo, la tendencia exagerada a la ilusión), sino que también de la circunstancia de que esa distribución de tendencias resulte más o menos contraria a la influencia del medio, y los valores que en él se promuevan como positivos.
Es en este proceso de "autodescubrirse" que cada persona va "sintiendo" que determinado estímulo le resulta agradable o desagradable, atractivo o repulsivo, y al mismo tiempo va confrontando su propia realidad con las presiones ambientales respecto de lo que es "normal".
Si lo que le resulta atractivo y/o agradable es aquello respaldado por el medio familiar y social como una tendencia positiva y conveniente, ello se verá reforzado. Si por el contrario, la persona va descubriendo en sí misma tendencias contrarias al medio, podrá reaccionar frente a esto con una variedad de respuestas, habitualmente de ocultamiento, en una forma que puede ser más o menos mantenida o que puede variar en el tiempo.
La forma de reaccionar de cada persona, cuando sienta confrontado su sentir con lo que su entorno considera apropiado, conveniente y "normal", dependerá de una enorme multiplicidadde factores.
Desde luego, de la particular distribución de todas sus tendencias, de cuan alejada resulte la "tendencia problema" en particular, de la "normalidad", y de factores circunstanciales que pueden provocar "exabruptos" puntuales, más o menos involuntarios. Por ejemplo, una persona tímida, sumisa, que se cuida mucho de tomar ningún riesgo, y que sufre intensamente con la alternativa de que cierta reprobable tendencia suya pudiera ser conocida, muy probablemente hará importantes esfuerzos para mantenerla oculta. Si esa tendencia es por ejemplo a la homosexualidad, será una persona que tardará muchos años en "salir del closet", o tal vez incluso no lo haga nunca, optando por una vida completa de "simulada y falsa normalidad".
Por el contrario, si esa misma tendencia a la homosexualidad aparece en una persona más decidida y temeraria, se dará el caso de que mucho más pronto que tarde, esa persona se encargará de que su realidad sea conocida.
Según veremos más adelante, también participa como factor de más precoz o tardía divulgación, la intensidad con que esté presente la "tendencia problema", sea cual sea ésta, y la intensidad del rechazo que el medio le presente.

Debemos resaltar en este punto de nuestro análisis algunas consideraciones importantes que comienzana asomar en base a lo anterior.

A través del fenómeno del desarrollo de la conciencia y la autoconciencia, ocurre que el cerebro secundario, con una progresiva capacidad de análisis crítico, inicia el proceso de confrontar aquellas sensaciones, sentimientos, deseos, rechazos, etc, que, cargados de emocionalidad, provienen del cerebro primario, y obligan a la persona a auto examinarse, con mayor o menor rigor, según cada caso en particular.

Si en este proceso comienzan a aparecer tendencias "confrontacionales" respecto del cerebro secundario, ello provocará un "autodescubrimiento" que podrá ser más o menos traumático, y estarán dadas las condiciones para que esa persona esté destinada a una vida cargada de conflictos interiores, que podrán tener mejor o peor resolución. Esta vivencia, el "encontarse a uno mismo", el "buscar el propio destino", el "poder reconciliarse (o no) con uno mismo", ha sido mostrada de muchas y variadas maneras a través de la historia humana en innúmeras expresiones artísticas de todo tipo.
Desde luego literarias, teatrales y de cine, entre otras, que se encargan de recordarnos una tozuda realidad que insiste en harcerse patente por mucho que algunos pretendan negarla: es el hecho de que nuestras inclinaciones, en lo fundamental, no son materia de nuestra libre voluntad, o "libre elección", sino que son materia de ser "encontradas" y/o "descubiertas", pues vienen ya definidas.

Incluídas por cierto, entre la multiplicidad de tendencias de nuestro cerebro primario, se encuentra nuestro impulso sexual, respecto del cual iniciaremos a continuación un trabajo de caracterización lo más objetivo posible.

En la medida que va creciendo, la persona va "descubriendo" sus inclinaciones, y en la medida que estas concuerden con lo socialmente aceptado, podrá incorporarse natural y fácilmente a las filas de la "mayoría normal" de la población, concepto que analizaremos a continuación.
Si la persona empieza a "descubrir" que sus gustos e inclinaciones en materia sexual y/o en otros ámbitos relacionados no encajan en ese esquema "normal", comenzará primero por disimular para que sus inclinaciones no sean advertidas por los demás.
Entrará en conflictos internos de mayor o menor intensidad, y/o saldrá a enfrentar al mundo, más temprano o más tarde, dependiendo todo ello de su conformación cerebral primaria-secundaria total, donde van incluídas todas las determinantes de la conducta, tanto la parte preprogramada e instintiva (cerebro primario), como la no programada (cerebro secundario, que incluye la parte racional y la influencia de la educación, y en general del entorno familiar y social). El debate persistente respecto de lo que es y no es "moralmente aceptable" en cuanto al sexo, tema en el que sin duda habrá siempre múltiples opiniones, deriva habitualmente en el intento de realizar clasificaciones o "encasillamientos" de los seres humanos y sus conductas sexuales, distinguiendo lo "normal" de lo "anormal", lo "sano" de lo "patológico", lo "moral" de lo "inmoral". etc. Estas clasificaciones tan esquemáticas no son más que un recurso errado al que se acude para tranquilizarnos en cuanto a la reconfortante sobresimplificación que nos brinda el poder autocalificarnos (o auto encasillarnos, aunque sólo sea ante los ojos ajenos) como "normales, sanos, y morales".
Muchas personas, viéndose presionadas, familiar y socialmente, deben aparentar el pertenecer cabalmente a esta categoría "normal", aunque en su interior puedan estar sintiendo y pensando de modo muy diferente, pero sin poder admitirlo públicamente.
Esto me recuerda un ejemplo bastante demostrativo sobre el concepto colectivo de "normalidad".
En el informe del clima, que por algún motivo se llama "del tiempo" en nuestro país, presente diariamiente en la televisión, muchas veces se realiza la comparación entre la cantidad de lluvias de la presente temporada y la de un "año normal".
Esta es una distorsión de la realidad utilizada con miras a realizar una comparación simplificada respecto de otros años, puesto que de hecho se está aludiendo a la cantidad promedio de lluvias que ha habido en un largo número de años pasados, todas de distinta magnitud.
Así, el número de años en que ha llovido una cifra muy cercana o igual a ese promedio es bastante menor que lo que cualquiera pensaría. O sea que los "años normales" son probablemente muchos menos que los "anormales".

En la sexualidad pasa algo bastante parecido.
Tal como hemos expresado anteriormente, una de las características más salientes del ser humano es la extrema variabilidad en la conformación y expresión del binomio cerebral primario-secundario, y por cierto la sexualidad no escapa a esta realidad. (Variabilidad que lleva a multiples conformaciones en las distintas personas, pero cuyo componente cerebral primario no variará a lo largo de la vida de cada individuo en particular, según hemos precisado en capítulos anteriores).
Desde este punto de vista no debe extrañarnos entonces la aparición de los más diversos grupos y subgrupos de personas con las más diversas combinaciones de orientaciones sexuales, aunque la determinación exacta de los mecanismos que originan este fenómeno aún esté pendiente.
Porqué me refiero a combinaciones de orientaciones, y no simplemente a "orientacioens sexuales"?
Respecto de esto, debo puntualizar que, a diferencia de lo habitualmente aceptado, es mi convicción que en los seres humanos no existen determinadas orientaciones sexuales específicas y puras, como muchas veces tratamos de clasificar, encasillar, separando lo "normal" de lo "anormal".
Así, no existen, por ejemplo, heterosexuales u homosexuales puros y absolutos, sino que en cada persona coexisten, en distinta proporción, determinadas "intensidades" en la orientación sexual hacia personas del sexo opuesto, del propio sexo, de determinados rangos de edad, o hacia objetivos más extraños y de más difícil interpretación, como niños y/o niñas de corta edad, animales, objetos inanimados, figuras representativas de distintas ideas o conceptos, etc etc, en una asociación compleja con otras tendencias, como a la dominación (poder), al sometimiento, a la violencia, etc., todo lo cual conforma una variedad enormemente asombrosa y desconcertante a primera vista.
Podemos entonces observar que hay muchas personas en las que existe una orientación claramente predominante o muy predominantemente hacia el otro sexo, quedando incluídos en este grupo la gran mayoría de las personas habitualmente encasilladas como "normales".
El grupo fundamentalmente homosexual estará entonces constituído por personas que tienen una orientación predominante o muy predominante hacia el propio sexo.
Los bisexuales, por su parte, serán personas en que coexisten, en forma más o menos equilibrada,orientaciones hacia ambos sexos. (O en que se agrega un componente muy importante de hipersexualidad, según veremos a continuación).
Debemos, también, distinguir a las personas según sea la intensidad de su impulso sexual, el cual, por cierto, puede llegar a ser muy diferente de una persona a otra influyendo con singular fuerza en su conducta, e interviniendo también en la expresión de las orientaciones antes descritas.
Así, tenemos factores de tipo biológico, metabólico, de actividad hormonal, etc, que, entre otros probablemente, determinarán el ritmo sexual de cada persona, pudiendo éste ser de intensidad alta, media o baja, el cual se manteniene sin mayor variación durante gran parte de la vida adulta del individuo. (Lo cual no significa que la conducta de la persona mantenga permanentemente una actividad concordante en los hechos).
Estos impulsos biológicos presionan a la persona para que ésta les brinde rienda suelta en su materialización, y los caracterizaremos como la influencia del cerebro primario en la conducta de ese individuo.
Esta influencia primaria en muchos casos se enfrenta (en otros no, por cierto) con una oposición franca por parte del cerebro secundario, que por motivos de racionalidad, formación moral y/o religiosa familiar, de educación formal, adoctrinamiento, etc, da una verdadera lucha por inhibir esas materializaciones. (Lucha, que, a su vez, estará en el origen de una serie de expresiones de conflictos psíquicos diversos, que a través de la historia y dependiendo de la disciplina o escuela que a ellas se haya abocado, han sido categorizadas como neurosis, psicopatías, desordenes psiquiátricos con componentes compulsivos, adictivos, maníacos, fóbicos, etc, etc).
Así, existirán casos en que una determinada intensidad y orientación del impulso sexual pueda ser manejada más o menos adecuadamente por la persona, y otros, en que ésta sufrirá importantes conflictos como resultado de una oposición franca entre estos elementos, y aún otros, en que la persona finalmente dará vía totalmente libre a una conducta desenfrenada y promiscua.
Así, desde el punto de vista estricto de la intensidad del impulso sexual de cada persona, nos encontramos en un extremo del espectro con algunos seres humanos que tienen una intensidad y ritmo sexual espontáneo bastante lento: son los hiposexuales. Se trata de personas que en general no se apremian mayormente por urgencias relativas a este tema, y que tienen un ritmo bastante espaciado de actividad sexual. Siguiendo una distribución estadística típica, una mayoria de las personas tendrá un ritmo sexual ni muy lento ni muy rápido, otra vez, fácilmente caracterizable como "normal".
Para no sujetarnos a este esquema, que como hemos visto, solo nos lleva al error, los denominaremos "promediosexuales". Al otro extremo están los más apasionados, vigorosos, y "necesitados" (de ambos sexos), también llamados popularmente "donjuanes, ninfómanas", etc, de entre una multiplicidad de apelativos que vienen a denotar el impacto que estas personas producen en quienes llegan a conocerlos más o menos de cerca, o íntimamente. A ellos los denominaremos hipersexuales.
Tienen un ritmo biológico extremadamente acelerado, son amantes compulsivos, a tal punto que en muchos aspectos finalmente pasan a ser más víctimas que favorecidos con su condición. (Maridos y esposas infieles, con convivencias familiares traumáticas, sufrimientos y violencias de mayor o menor cuantía, etc, etc, caracterizan su típica realidad cotidiana).
Por cierto siempre será discutible el valor intrínseco y relativo de "lo comido y lo bailado", a los ojos de distintos "observadores".

En este punto resulta necesario insistir, una vez más, que de acuerdo al concepto de variabilidad infinita del binomio cerebral primario-secundario, el espectro que agrupa a los 3 grupos que hemos caracterizado acá no tiene divisiones netas, sino que es contínuo. En otras palabras, no existe una separación cualitativa entre hipo, promedio e hiper-sexuales, sino que hay una distribución cuantitativa contínua, integrada por la multitud de fuerzas relativas en todos y cada uno de los rasgos que analicemos, que para este caso en particular, es el del ritmo y vigor del impulso sexual. De esta distribución continua, hemos destacado como ejemplos relevantes a aquellas personas de los extremos y del medio de esta curva, que probablemente sigue la forma típica de una curva de Gauss, con una mayoría de personas del tipo promedio-sexual.

Cual es el origen y participación exactos de los distintos factores (genéticos, embriológicos, dependientes del medio ambiente, etc), que determinan por una parte cuales tendencias y orientaciones (sexuales y no sexuales) caracterizarán a una persona, y cual será el ritmo e intensidad del impulso sexual en cada individuo, son preguntas para las cuales la neurociencia, la biología, la medicina, la psicología y la psiquiatría, de entre la variedad de disciplinas que se dedican a estos temas, aún no tienen respuestas definitivas, pero en cuya investigación ya se comienzan a avizorar explicaciones científicas coherentes.
Como ejemplo, debemos citar a la epigenética, ámbito en el que se estudian los procesos relacionadoscon los mecanismos de control en la expresión del código genético.
En este campo se investiga la participación de sustancias capaces de estimular o inhibir la expresión de determinados genes, con importantes grados de variabilidad de un individuo a otro. Son especialmente interesantes los estudios realizados en gemelos idénticos, cuyo código genético, (a pesar de ser exactamente igual), no resulta en una expresión idéntica del espectro de tendencias que caracterizarán a esos gemelos. Este campo de investigación es especialmente prometedor, pues nos podría proveer una explicación concreta de los mecanismos que determinan la expresión tan variada del código genético en los distintos individuos, haciendo más racional y lógica la ocurrencia de casos que hasta ahora nos resultaban difíciles o imposibles de comprender.
De este modo, dada la participación de estos procesos epigenéticos, hoy motivo de intenso estudio, es posible que lleguemos a explicarnos con claridad la ocurrencia del fenómeno de la variabilidad extrema en la expresión genética durante el proceso embriológico.
Así, podemos plantear como muy probable, que la incorporación en cada individuo de todo un espectro de tendencias primarias, (que lo caracterizarán toda su vida) obedecerá a la participación de todos estos factores, y, entre las tendencias sexuales, podremos observar una enorme variedad de combinaciones. En base a la participación, entonces, de factores tanto genéticos como epigenéticos, podríamos llegar a explicarnos la existencia, por ejemplo, de aquel muy escaso número de personas, en que hay una completa indefinición sexual, tanto biológica como mental (sexos ambiguos, hermafroditas), pasando por casos en que ocurre una definición opuesta biológico-mental (transexuales), y subvariedades de combinaciones (más numerosas) de orientaciones simultáneas con distinto grado de intensidad, que producen una probable mayoría de individuos fundamentalmente heterosexuales, pasando por un número de bisexuales, y llegando en el otro extremo a un número de personas fundamentalmente homosexuales.
Indudablemente tienen cabida acá el sinnúmero de variedades y subvariedades conocidas através de la historia humana, con tendencias y expresiones sexuales y parasexuales en que, entre muchos otros, aparecen los sadomasoquistas, voyeristas, exhibicionistas, onanistas-fantasistas, fetichistas, frotistas, pedófilos, necrófilos, zoófilos, etc, etc.

A este respecto, es interesante revisar los contenidos y el cambio en el tiempo que han tenido las clasificaciones de las patologías psiquiátricas, directa e indirectamente relacionadas al sexo. Resulta notable que hasta hace pocos años tanto la homosexualidad como la transexualidad estaban incluídas oficialmente en el listado de enfermedades mentales.

Se han realizado distintos estudios para observar la distribución demográfica de las orientaciones sexuales,por ejemplo a traves de encuestas telefónicas masivas, pero sus resultados, que dan abrumadoras mayorías para los heterosexuales, han sido muy discutidos, precisamente por el sesgo que impone la presión social, haciendo que muchos oculten sus verdaderas inclinaciones.
Con todos estos antecedentes, prefiero definir a las personas, en función de su orientación sexual, como "fundamentalmente" heterosexuales u homosexuales, o con ambas balanceadas, o sea, bisexuales. También se podría usar el término "preferentemente", por ejemplo, preferentemente heterosexual, sin embargo, es mejor reservar el término preferencia para la elección que realiza un individuo al concretar una determinada conducta sexual de entre aquellas materialmente disponibles en una determinada circunstancia, la cual no necesariamente es la "ideal" o "más preferida", para esa persona.
Esto explica mejor porqué, estando disponibles múltiples oportunidades y tipos de materialización de conducta sexual, el sujeto tenderá más a realizar aquello para lo cual está más inclinado, y menos, a las demás.
Un ejemplo muy reconocido y estudiado, que en base a esta reflexión podemos comprender más fácilmente, es el de que en circunstancias de confinamiento (institutos educacionales segregados por sexo, cárceles, institutos militares, etc), las personas son capaces de variar con mayor o menor facilidad su conducta sexual fundamental, realizando por ejemplo actividad homosexual sólo durante el período de "reclusión", y regresando a su actividad "propia" al volver a la vida social abierta. (Sin duda el hipersexual tendrá mayor necesidad de realizar prontamente la actividad sexual que su organismo le pide, y frente a las opciones disponibles, le costará menos "alejarse" de sus orientaciones preferidas, dado que la satisfacción de su urgencia sexual será prioritaria).

En resumen:
Como hemos sostenido previamente, y al igual que las demás tendencias, las tendencias sexuales del ser humano vienen preprogramadas en el cerebro primario, y por tanto, no son materia de "libre decisión" por parte del individuo.
Su expresión en conducta sexual concreta y en declaración pública en cuanto a orientación sexual dependerá de las circunstancias sociales, si éstas son más o menos permisivas.
En aquellas sociedades más conservadoras resultará mucho más dificil admitir públicamente tendencias sexuales no aceptadas, tanto más cuanto mayores sean los castigos, de todo orden, que esas "transgresiones" impliquen.
Por esta misma razón, dado que existen las conductas sexuales clasificadas socialmente como "normales", y resulta bien visto pertenecer a ese grupo de seres humanos, da la impresión de que los heterosexuales "puros" fueran la abrumadora mayoría de la población, cuando en realidad las personas "muy fundamentalmente heterosexuales" deben ser menos de lo que suponemos y estamos dispuestos a aceptar.
Toda la diversa gama de subvariedades en las tendencias sexuales existentes, muchas de las cuales aparecen sólo en ambientes "underground", o en expresiones declaradas abiertamente ilegales en muchas sociedades, responden a la existencia de la gran variedad de conformaciones cerebrales (primario-secundario) del ser humano, mostrándonos más objetivamente cómo somos en realidad.
La influencia del medio ambiente puede entonces moderar o modificar, o incluso anular, tanto la expresión pública de una determinada orientación sexual, como su concreción material, aunque esto sin duda mucho menos efectivamente que lo primero.
Lo que no puede, es eliminar de nuestro cerebro primario las tendencias con que éste viene preprogramado.

Consideraciones finales:
En el mundo comienza a prevalecer cada vez con más fuerza la idea de que la orientación sexual es algo con lo que "se nace", y que el hecho de no ser heterosexual no constituye necesariamente una patología. Esto a pesar de que siempre existen grupos ultraconservadores que preferirán relacionar estas "desviaciones" con la enfermedad, la anormalidad, y/o el pecado.
Me parece que la interpretación de la sexualidad humana como expresión de la enorme variablidad de la conformación del binomio cerebral primario-secundario, es más objetiva y coherente con la realidad, que aquella interpretación más idealizada y "pura" que tradicionalmente se ha utilizado, probablemente con miras a incorporar un elemento "educativo" y "normalizador" en la enseñanza de estos temas, de por sí complicados de tratar, especialmente con los jóvenes, para muchas personas.
No deseo terminar esta refexión sin aludir a un grupo de personas que constituyen un problema y desafío social de la más alta complejidad: los pedófilos.
Esta subvariedad de tendencia sexual extrema es especialmente compleja de comprender y tratar.
Los pedófilos, que sin duda constituyen un peligro para la sociedad, más allá de que estemos o no de acuerdo en clasificarlos como "variedad" o franca patología, son capaces de provocar importantes daños y sufrimientos, que sin duda deben ser prevenidos y evitados.
Estas personas son un ejemplo de la existencia de tendencias especialmente extremas y poderosas, frente a las cuales no ha tenido éxito real ningún procedimiento, médico o de otra naturaleza, con miras a su prevención o a su rehabilitación.
Las distintas sociedades han tratado este problema con los más diversos medios, herramientas y mecanismos, todas con muy baja o nula tasa de resultados positivos.
El lograr desincentivar o contener efectivamente el accionar de los pedófilos es aún una tarea pendiente.
Esto es una demostración muy clara del hecho de que estas tendencias están "grabadas a fuego" en los cerebros primarios de estas personas, y por tanto, a falta de una tecnología capaz de modificar enforma selectiva la raíz de esta programación, seguiremos, quizás por mucho tiempo, logrando poco éxito en la prevención de estos delitos.

Finalmente, debemos realizar algunas precisiones sobre la categorización y/o calificación, como compulsivas o adictivas de ciertas conductas sexuales (que en realidad muchas veces no son más que la expresión de individuos hipersexuales) y que han sido relacionadas con sus equivalentes no sexuales en el estudio de las patologías o desórdenes psiquiátricos. Entre ellas, la adicción al juego de apuestas, y en general las adicciones a, y dependencia de, sustancias del tipo del alcohol, la nicotina y otras drogas.
Sin pretender entrar aún a analizar estos temas, que sin duda serán objeto de más de un capítulo en un futuro, espero cercano, debo adelantar que resulta necesario tomar distancia, una vez más, de los encasillamientos precipitados.

Respecto de estas manifestaciones del comportamiento humano, el definir las fronteras entre lo patológico y lo sano, entre la causalidad que relaciona una tendencia con un efecto nocivo, entre la existencia de una tendencia que lleva a una enfermedad, o una variación o alteración genética que puede estar manifestándose como una tendencia, una conducta que podamos llamar adictiva o compulsiva, o el distinguir claramente una tendencia determinada de una conducta concreta, que se realiza sólo por ser la opción disponible, pero no la idealmente deseada, son todas situaciones sobre las que resulta difícil acertar con precisión, y por el contrario, resulta fácil llegar a conclusiones tan rápidas como equivocadas.
Esto ha sido especialmente cierto en el pasado, se mantiene en importante medida aún hoy, y persistirá mientras debamos seguir a la espera de que el progreso científico en el ámbito de la neurociencia y disciplinas relacionadas, nos permita aclarar en forma precisa y acabada, los mecanismos exactos que determinan la fascinante, y al mismo tiempo desconcertante, conducta humana.

Santiago, junio 2009.

sábado, junio 13, 2009

Artículo Relacionado: Mujeres Bellas Atontan a los Hombres.

12-06-09
Mujeres bellas atontan a los hombres en su rendimiento intelectual
En cambio, las féminas no sufren de un efecto similar ante un varón atractivo.
Agencias Estudio
Las mujeres bellas atontan a los hombres, al menos temporalmente, según un estudio de la Universidad de Radboud (Holanda).
Los expertos observaron el rendimiento intelectual de estudiantes varones poco después de tener contacto con compañeras especialmente atractivas y llegaron a la conclusión de que poco después de un encuentro de este tipo un hombre no piensa con claridad.
Entre las mujeres en cambio no tuvo ese efecto encontrarse con un hombre guapo.
Ello podría explicar por qué los hombres tienen un rendimiento menor que las mujeres en las casas de altos estudios, según el sicólogo social Johan Karremans, quien dirige el estudio presentado este viernes con 50 estudiantes varones y 60 mujeres. Durante la investigación los grupos debían conversar entre ellos y a continuación hacer una serie de pruebas.
Los hombres que tenían contacto con mujeres especialmente atractivas estaban "muy ocupados por la impresión que daban", lo que seguramente afectó su rendimiento intelectual.
Las mujeres participantes no se veían impactadas en cambio en su capacidad de racionamiento al estar con hombre atractivos, publicó Karremans en el diario universitario Vox.

jueves, mayo 21, 2009

Artículo Relacionado: Análisis sobre el Fenómeno de la Corrupción.

Miércoles 20 de Mayo de 2009 Pesos más, pesos menos… y la corrupción
Clara Szczaranski.
Son asuntos diferentes, pese a que muchos lo ignoren o nieguen. Hace unos días, un ilustre personero se indignó cuando se habló de corrupción, siendo que sólo se trataba —dijo— de “dos pesos por aquí, cuatro pesos por allá”. ¡Lamentable falta de perspectiva ante un fenómeno criminógeno, corrosivo del Estado y de la democracia! Pues “el país de facto” (corrupto) puede llegar a gobernar al “país legal” (aparente), como sucedió en Italia.
La corrupción existe y es grave como fenómeno criminal y criminógeno, con independencia del monto en juego. Es un fenómeno cultural que lleva a saltarse normas para apropiarse de las cosas públicas u obtener ventajas indebidas frente a terceros competidores. Un monto alto sólo determina un daño material mayor al patrimonio público o del privado aventajado por la coima.
Tras la errónea valoración de la corrupción anida en la lógica de algunos políticos y autoridades algo más peligroso: la convicción sincera de la legitimidad del proceder corrupto, sobre todo en quienes piensan que, así como la derecha financia sus partidos, las instituciones popularmente elegidas deben financiar a los suyos con lo público.
España, en cuya historia en gran medida está anunciado nuestro devenir, fue azotada por graves casos de corrupción sistémica (Casa de Moneda, Banco de España, financiamiento ilegal del partido de gobierno, obtenido mediante un cuidadoso diseño de ingeniería mercantil apoyado en una red de sociedades de papel o palos blancos). Pero la España de la década pasada —como nosotros hasta ahora— negaba la corrupción sistemática, la que de todos modos emergió por sobre la voluntad que la quiso ignorar, como precisa Perfecto Ibáñez, con “ceguera, necia o perversa”, evitando dar oportuna respuesta al fenómeno corrupto, o no siendo capaz de hacerlo.
Ibáñez relaciona lo anterior con “la actividad empresarial (que) se desarrolla en el ámbito de la política”, con el “cínico comportamiento de los políticos relevantes” y con el “argumento de los gobiernos de izquierda en orden a enfrentar las denuncias señalando que acogerlas es hacerle el juego a la derecha”. Y agrega que muchos tienen la convicción de que “votaciones extraordinarias otorgan poderes extraordinarios”.
En estricto rigor, la verdad es que la corrupción y el financiamiento indebido de las actividades políticas no son un problema ni de la izquierda ni de los partidos de gobierno. Es una realidad cultural, un modo de vida en el que se crean especiales mercados, como el electoral o el del tráfico de influencias. Éstos se expresan en el poder de lobby e informaciones privilegiadas, que no pueden dejar de existir (sumados) cuando funcionarios públicos de alto rango pasan a los directorios o representaciones de poderosas empresas, públicas y privadas, que generalmente intervienen en trascendentes contratos públicos de obras o concesiones de servicios. En estos casos, la autoridad no necesariamente se lleva dinero para su peculio personal, sino que suele derivar fondos mediante discutibles figuras jurídicas para pagar su diezmo a la colectividad que la sostiene, o para ganar prestigio de masas, logrando o acelerando obras públicas o negocios con el pragmatismo más extremo, a riesgo de incumplirlos o realizarlos deficientemente, pero logrando glorias coyunturales.
Tales procederes, en un país democrático, son altamente peligrosos por su incidencia sistémica y trascendente en el bien común: al desvío de recursos públicos (que empobrece los servicios que debe brindar el Estado) se asocian el destino del mercado electoral y el futuro de la conducción de los asuntos públicos desde que, al interior del mercado de la corrupción, se generan grupos de presión, socioeconómica o políticamente poderosos, que cooperan entre sí, a fin de tornar más rentable, más estable y más oculta su actuación.
En ese escenario blindado de intereses correlacionados, quienes aisladamente hemos intentado perseguir la corrupción hemos encontrado rostros fruncidos y enojados, y casi todas las puertas cerradas. No ha sido raro escuchar expresiones ofendidas de los que sin “mala conciencia” se precipitan a veces sin saberlo en la corrupción, empujados por un “pragmatismo sin principios”, como Deng Xiaoping, seguido por Felipe González y varios otros gobernantes afines, declarando: “¿Qué importa que el gato sea blanco o negro, siempre que cace ratones?”, para justificar el uso de dineros sucios o lavados. No son raras las veces en que la negación de la corrupción es sólo un modo de defender la propia gestión o la propia incapacidad de enderezar lo tortuoso.

sábado, mayo 16, 2009

Capítulo 8, Sexualidad Humana, Primera Parte.

Toda la vida del humano está impregnada de sexualidad. Por momentos esta impregnación puede expresarse sólo en pequeños detalles y sutiles conductas, y en otros manifestarse de modo avasallador y/o extremadamente violento. La sexualidad está siempre presente en el subconciente de las personas, y muchas veces en el conciente, en la medida que aparezcan los estímulos apropiados para el sujeto en cuestión. (De lo que deducimos que dado que las personas son todas distintas, los estímulos que son muy poderosos para unos, no lo son mucho o casi nada para otros, cuando no provocan directamente rechazo, de mayor o menor magnitud, en los demás, en un abanico completo que es concordante con nuestra poderosa Teoría del Doble Cerebro, y la infinita variabilidad que a través de ella hemos definido para el ser humano en los capítulos anteriores).

Es capaz de influir poderosamente en el comportamiento humano, y muy especialmente en aquellas personas que tienen (o sufren) un acelerado ritmo sexual, a quienes en un próximo capítulo caracterizaremos como hiper-sexuales, y menos en los promedio-sexuales y los hipo-sexuales. (Nos abstendremos en lo posible de utilizar conceptos como "anormales-normales" o "anormalidad-normalidad", ya que, según veremos próximamente, son conceptos meramente facilitadores que llevan al engaño y por tanto conducen a análisis incorrectos).

Las expresiones de la sexualidad son múltiples, aparecen en toda actividad y ámbito del sentir y del quehacer humano. Desde luego en la forma de vestirse, de adornarse, en la atención con que se cuida una determinada imagen, en la forma de comunicarse, en las actitudes, en el lenguaje, en la expresión de opiniones sobre cualquier tema, en el reforzamiento u ocultamiento de los caracteres sexuales biológicos, tanto primarios como secundarios, etc, etc.


La sexualidad, proveniente directamente de nuestro cerebro primario, es uno de los motores más poderosos que influyen en nuestra conducta, y está ligada a nuestras emociones en forma absoluta, a un punto que puede alcanzar tal intensidad que resulta difícil describirlo con palabras.
Tanto así, que aquellas situaciones en las que las necesidades sexuales se ven satisfechas en gran medida, brindan al sujeto grandes dosis de felicidad y/o profundo bienestar. Por el contrario, cuando esas necesidades no son satisfechas, nunca, casi nunca o muy poco, son capaces de provocar sentimientos de enorme frustración, desdicha, infelicidad, severas depresiones, violencias, sufrimientos propios y ajenos, etc, etc.


No nos debe extrañar que el impulso sexual sea tan poderoso, tanto en animales como en humanos, pues constituye el mecanismo natural que pretende asegurar la supervivencia y desarrollo de cada especie.


Tan poderoso es este "motor primario", que puede llevar a una persona a perder toda racionalidad en su conducta, pudiendo darse casos extremos (aunque frecuentes), en que el cerebro primario llega a ser capaz de "secuestrar" al cerebro secundario, para ponerlo al servicio de sus propias necesidades, y generar en el individuo conductas absolutamente incomprensibles para quienes lo rodean. (Sobran ejemplos de esto. Algunos, muy llamativos, están presentes en este blog como Artículos Relacionados).

La actividad sexual está en el humano muchas veces (aunque por cierto no siempre) directa y profundamente asociada al concepto del amor, el compromiso y la pertenencia mutua, desde un punto de vista idealizado en que se concibe esa armonía como la expresión más elevada de la felicidad de la pareja.
Sin duda, a la luz de las consideraciones anteriores, debemos hallar al menos algún asidero a quienes majaderamente insisten en que el amor de pareja y especialmente el "enamoramiento" conllevan una alta dosis de irracionalidad.

Dado que el Amor (y la tendencia a la Idealización) serán con toda seguridad objetos centrales en futuros capítulos, permítasenos, por ahora, dejar tranquilo a este tan permanente, tan manido, y tan vapuleado tema.

La sexualidad está, junto con lo anterior, muy asociada a los conceptos de "moral y buenas costumbres", y provoca en los grupos humanos y en la sociedad en general intensos debates respecto de la corrección o incorrección de los distintos modos en que se expresa y materializa.
Se le liga directamente también a la culpa, como herramienta para "enrielar" a las personas en cuanto a su conducta sexual "por el buen camino", apartándolas del "malo".


Toda transgresión a estas normas, expuesta en público, puede ser motivo de profunda verguenza, e incluso de la condena social oficial (judicial), hecho que provoca que muchas conductas sexuales sean intensamente "protegidas" del conocimiento de terceras personas. (En este punto resulta oportuno revisar el capítulo previo titulado La Culpa, donde se hace mención de los macanismos de protección existentes en los grupos humanos primitivos, sobre jerarquización, responsabilidades y derechos de los integrantes, incluídos los de apareamiento).

La concepción que sobre la sexualidad "apropiada, correcta, normal, moral, debida, sana" han tenido las distintas sociedades humanas a través de la historia ha sido extraordinariamente cambiante. Lo que en determinada época y lugar era enfermedad, aberración, anormalidad, pecado, perversión, parafilia, alteración psiquiátrica, etc., ha ido progresivamente tomando el carácter de "variedad, alternatividad, preferencia, opción de minorías", etc, etc, especialmente en los países occidentales más liberales, durante los últimos decenios. Sin embargo, en muchos lugares de la tierra, aún hoy, se mantienen e imponen criterios extremadamente conservadores, sobre todo en algunas sociedades muy religiosas.


Las consideraciones precedentes tienen por objeto caracterizar de modo general y breve la vivencia y la expresión de la sexualidad humana, con el fin de situarnos en un contexto apropiado para poder entrar a hurgar más profundamente en el análisis de su origen y materialización concreta, y por tanto, los temas más candentes relacionados con ello, incluídas las tendencias y preferencias sexuales. Espero poder avanzar con diligencia en estos delicados temas con miras a poder incluirlos, relativamente luego, en un próximo capítulo.

Stay tuned!

Santiago, Mayo 2009