domingo, noviembre 14, 2010

Artículo Relacionado: Algunas reflexiones sobre las últimas afirmaciones de Stephen Hawking.

Sin pretender en absoluto desmerecer el extraordinario valor del trabajo de este físico, comparto las opiniones de David Jou, en el sentido de que las últimas afirmaciones de Hawking son precipitadas, y llega a conclusiones excesivamente ambiciosas, que van más allá de lo que el conocimiento actual de la física permite.

El proceso de investigación y descubrimiento del mundo es una de las cruzadas más relevantes que caracterizan al ser humano, no sólo en el ámbito de la física, también en el de la biología, la química, la psicología, la matemática, entre otras disciplinas, todas las cuales van precedidas por el empuje que la filosofía, como guía primordial, impele al cerebro humano a saber siempre más.

Desdeñar la filosofía en su importancia determinante como precursor y guía del avance científico es claramente una opinión que no comparto en absoluto.

Las disciplinas antes mencionadas han concurrido en los últimos años a potenciar una forma de auto estudio del ser humano y su máquina pensante, el Cerebro Humano, que conocemos hoy como Neurociencia.

En este ámbito hemos ido conociendo cada vez más, aunque aún en forma extremadamente primaria, los mecanismos de funcionamiento del cerebro, sus potencialidades y también sus limitaciones.

Nuestro cerebro funciona como un observador-analizador del mundo que lo rodea, en base a un sistema de representaciones de la realidad, que por cierto no son perfectas.

Así, lo que comprendemos como realidad es siempre limitado e incompleto, de manera que resulta lógico pensar que este sea un empeño que jamás terminará completamente.

Tanto la idea de Realidad como la idea de Dios, son conceptos sobre los cuales no hay acuerdo entre los humanos, y por cierto mucho menos, conocimiento cabal y completo.

Hawking le da ahora importancia relevante a lo que entiende como "leyes de la física", y las sitúa en un lugar de preeminencia sobre la idea misma de Dios como creador del Universo (o los universos, si hubieran varios) . Esto marca una distancia de lo que él mismo creía en su publicación más conocida de hace 22 años, Breve Historia del Tiempo.

Pensar que las "leyes de la física" que hoy conocemos sean capaces de originar y/o crear el o los universos, es en mi opinión un pensamiento tan soberbio como errado.

Las leyes de la física, como las conocemos, son una creación humana, que utilizamos como herramientas, para tratar de saber cómo funciona y qué determina cada uno de los fenómenos naturales que observamos y nos interesan.

A través de la historia humana reciente las leyes de la física han ido explicando, cada vez mejor, los fenómenos estudiados, pero nunca lo han logrado completamente. Así, es absurdo pretender que conocer las actuales leyes de la física, incompletas y con grados de error, sea suficiente para comprender el universo.

Si lo que Hawking alude no es al conocimiento actual de la física, sino a aquellas leyes últimas, que no conocemos, y que sí pudieran ser capaces de explicarlo todo, están simplemente más allá, y posiblemente seguirán siempre más allá, del alcance del conocimiento humano.

Ellas sí podrían ser el fundamento de ese Dios en que muchos queremos creer.

Jorge Lizama León.