Artículo de Radio Cooperativa: La pedofilia es un trastorno sin solución médica, según científicos
| La pedofilia es un trastorno sin solución médica, según científicos | ||
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| Según el siquiatra español Luis Borrás, ni fármacos ni psicoterapia sirven ante un pederasta, quien debería estar siempre vigilado con GPS o encerrado de por vida.
Los científicos aún no logran introducirse en el cerebro de los pederastas, pero coinciden en señalar que su patología no tiene solución médica ni con tratamientos farmacológicos, ni con la llamada castración química, y menos con terapias sicológicas.
Para otros especialistas ni siquiera es posible prevenir este comportamiento, que tienen su base biológica en 70 por ciento de los casos y el 30 restante son los que fueron niños abusados.
Sin embargo, el debate sobre las posibilidades de medicar a los pederastas para inhibir su deseo sexual sigue abierto. Se trata de suministrarles el acetato de ciproterona que impide la secreción de testosterona, la hormona que actúa sobre el deseo sexual y la erección.
El psiquiatra David Huertas, autor del libro "Neurobiología de la Agresividad Humana", parte de la premisa de que la pedofilia es un trastorno de la orientación sexual tipificado como una enfermedad mental.
"El hecho de que sean hombres casi siempre indica la influencia de la testosterona, una patología que es repetitiva y por impulsos. Usando antiandrógenos se consigue inhibir el deseo, como se ha comprobado. Pero tienen que tomarlos toda la vida y de forma voluntaria", afirmó Huertas.
Entre los efectos secundarios que tiene este fármaco están los daños hepáticos, problemas circulatorios y cierta feminización exterior; pero ni Huertas ni otros colegas creen que baste con los fármacos.
"En ciertos casos también la sicoterapia puede ayudarles a controlar los impulsos antes de agredir, pero si son además, psicópatas no basta con inhibir el deseo. En esos casos, el culpable no sufre por la víctima, aunque diga que quiere la castración química", señaló el experto.
Terapia conjunta
Por otra parte, Luis Borrás, siquiatra forense de Escuela Judicial y del Instituto de Criminología de España, sugiere que la solución sería que los pedófilos tomaran medicación para perder las ganas de sexo, que siguieran una psicoterapia y que durante toda la vida, cada 15 días, tuvieran un seguimiento en el juzgado.
"Ni los fármacos ni la psicoterapia garantizan al 100 por ciento que no haya reincidencia en algunos casos de conductas muy descontroladas. Son pocos casos, pero esos pederastas necesitarían una vigilancia continua una vez que dejan la cárcel con pulseras y GPS, o encerrarlos para siempre en la cárcel", argumentó Borrás.
En tanto, el presidente de la Asociación Española de Psiquiatría, José Luis Pedreira, es pesimista sobre cualquier tipo de recuperación.
"Es un trastorno de personalidad y no hay pruebas concluyentes de que la castración química funcione. En mi opinión, no tiene solución". (Agencias) |
